Nuevo varapalo judicial para las hijas de Muñoz Ramonet
La resolusión facilita el proceso para que Barcelona recupere el importante legado artístico que el industrial donó en 1991
La Audiencia Provincial de Barcelona acaba de dar un nuevo varapalo a las cuatro herederas de Julio Muñoz Ramonet en su lucha contra el Ayuntamiento de Barcelona por retener los bienes que su padre dejó en herencia a la ciudad tras su fallecimiento en 1991. En un auto fechado el pasado lunes nueve de marzo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, la Sección Primera de este organismo ha desestimado la demanda de nulidad que presentaron Carmen, Helena, Isabel y Alexandra Muñoz Villalonga contra la Fundación Julio Muñoz Ramonet, la entidad constituida por el ayuntamiento en 1995 para gestionar el legado. La resolución, que es firme y no puede ser recurrida, legitima al Ayuntamiento a seguir reclamando la rica colección de arte formada por varios cientos de obras de arte que llevan la firma de grandes nombres de la pintura como Rembrandt, Renoir, Velázquez, Ribera, Zurbarán, Sorolla, Fortuny Murillo, Goya, el Greco y un largo etcétera y que ellas se niegan a entregar a la ciudad.
Y es que las hermanas Muñoz no dan tregua. Después de 24 años de fallecer su padre en Suiza, de esconder su última voluntad e impugnar su testamento asegurando que no era legal. Después de casi 20 años de litigio con el Ayuntamiento en los que se han sucedido tres sentencias, en 2007, 2009 y 2012, en las que que se les obligaba a entregar las obras a la ciudad. Y después de entregar en agosto de 2013 las llaves del palacete de la calle Muntaner, en abril de 2014 intentaron minar todo el proceso asegurando que la Fundación Julio Muñoz no era legal, ya que el Ayuntamiento no podía impulsarla.
En su escrito de demanda argumentaban que sólo podía crearla el albacea designado en el testamento —el abogado barcelonés Enrique Granados Jarque— o las propias hijas. Por eso, pedían la extinción de la fundación municipal y que el Protectorado de Fundaciones Privadas de la Generalitat constituyera una nueva a petición de sus hijas, y nietos, los herederos del industrial. Según la resolución “los albaceas designados en el testamento no cumplieron sus funciones, y las hijas ocultaron la existencia del testamento de su padre a favor de la Ciudad de Barcelona, que no fue conocido sino hasta que se recibió una carta de un ciudadano suizo en que se avisaba de sus existencia”.
El Ayuntamiento sigue esperando la entrega de un ‘greco’ y un ‘goya’ retenidos en Madrid
Además, mientras durara el procedimiento pedían en su denuncia que presentaron en el Juzgado de Instancia 23, medidas cautelares y la intervención judicial además de una indemnización por daños y perjuicios al Ayuntamiento por intromisión del honor y mancillar el nombre de Muñoz Ramonet. La denuncia de las hermanas se produjo días después de la querella criminal que presentó el Ayuntamiento contra ellas por su negativa a devolver las obras de arte.
El auto de resolución de esta semana asegura que no se entiende que las cuatro hermanas pretendan “desactivar la actuación de la Fundación, cuando las demandadas han consentido la misma desde su creación hace 20 años, sin que se haya cuestionado nunca la legalidad de su constitución”. El juez hace notar que las hermanas Muñoz Villaronga en su demanda no cuestionen en ningún momento “una posible mala gestión por parte de la Fundación demandada que podría justificar la denuncia”. El auto insiste en que tras el objeto de la Fundación en sus estatutos “no se observa riesgo de transmisión o pérdida del patrimonio”, y que “ni las demandantes han alegado siquiera que lo haya”.
Tras conocer la denuncia contra la Fundación Julio Muñoz y ante la complejidad de las cuestiones planteadas, los responsables de la entidad municipal pidieron un informe a Elena Lauroba, una de las mayores especialistas en Derecho de Fundaciones que además fue Directora General de Entidades Jurídicas de la Generalitat, un dictamen que, a tenor de la resolución conocida ahora, ha tenido el efecto deseado.
Mientras este proceso parece cerrarse definitivamente, el asunto principal, que es la recuperación de las obras legadas por Muñoz Ramonet a la ciudad, parece no tener fin, pese a los años transcurridos.
La ejecución de la sentencia continúa parada por otros asuntos colaterales que impiden que las obras vuelvan al palacete de la calle Muntaner de Barcelona desde Madrid, a donde fueron trasladadas tras la muerte de Muñoz Ramonet, según se ha ido sabiendo con posterioridad. El litigio por las obras de arte se ha focalizado siempre en dos obras de gran importancia: La Anunciación de El Greco y La aparición de la Virgen del Pilar de Francisco de Goya (valoradas entre seis y siete millones de euros) que tras denunciarse su desaparición fueron recuperadas por la Guardia Civil en abril de 2011 en Alicante y puestas a disposición de un juzgado de Alcobendas tras su recuperación.
Parecía que las obras volverían en 2013 tras la sentencia del Supremo, pero las pinturas siguen en manos de uno de los nietos de Julio Muñoz, Manuel Castelo Muñoz que asegura que las obras no le pertenecen a su madre, la fotógrafa Isabel Muñoz (a quién la Guardia Civil se las entregó en depósito), ni a sus tres tías, ni a la empresa familiar Culturarte, sino a él y sus cuatro hijos. Este litigio familiar, que no es otra más de las numerosas tácticas que se han empleado durante años para eternizar el asunto, está impidiendo la ejecución de la sentencia que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. Fuentes cercanas al largo proceso mantienen que en unos días el juez de Alcobendas podría decidir si archiva definitivamente estas actuaciones por lo que se avanzaría en la resolución un paso más.
Por otro lado, en Barcelona continúan las jornadas de puertas abiertas del jardín de la finca de la calle Muntaner. Los jardines que proyectó en 1916 Jean Claude Forestier por encargo del marqués de Alella podrán visitarse gratis hasta finales de mes entre las 10 y las 17 horas.
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