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Un año sin pacto contra la pobreza

La Generalitat dice que ha cumplido el 69% de los acuerdos del pleno de 2014

Camilo S. Baquero
Dos niños comen en un comedor social de Barcelona.
Dos niños comen en un comedor social de Barcelona.ALBERT GARCIA

La dura situación social protagonizó hace un año un pleno monográfico en el Parlament. Las estadísticas (19,3% de los habitantes en riesgo de pobreza en 2012, según Idestcat) pero también la realidad a pie de calle (los desahucios, la malnutrición en la escuela o los cortes de suministros básicos) retrataban un panorama de emergencia. Del debate salió un gran paquete de medidas que, en su día, fue criticado por las entidades debido a su falta de ambición y por la falta de presupuesto. Doce meses después, la Generalitat asegura que ha cumplido con el 69% de las mociones. La oposición y las organizaciones hace un balance con claroscuros. La principal crítica: que los temas más complicados siguen en el tintero.

“No hemos sido capaces de firmar el pacto contra la pobreza, el primer punto”, se lamenta Àngels Guiteras, presidenta de la Mesa del Tercer Sector. Se trata de una herramienta que debería articular toda la estrategia del Govern para luchar contra la desigualdad. “Si no se ha avanzado en un año, menos se hará con las elecciones encima”, agrega Guiteras. “Si hubiera voluntad, ya se habría firmado”, denuncia la diputada Laura Massana (ICV).

Hace menos de un mes, la presidenta del Tercer Sector no dudó en decirle a los participantes de Tribuna Cataluña, que “estamos peor que hace un año”, a pesar de la mejora macroeconómica. Las cifras le dan la razón: la tasa de pobreza ha crecido el 0,5% (19,8 % en 2013), los desahucios han aumentado el 7,3% y hay 34.000 familias sin ingresos.

Guiteras ve positivo que la Generalitat, gracias a un acuerdo con Esquerra, haya dotado presupuestariamente el fondo contra la pobreza energética y aumente la dotación de la Renta Mínima de Inserción (RMI). “El instrumento contra el corte de suministros funciona mucho mejor que el diseñado hace un año, aunque hay que revisar los casos donde aún se deja de prestar el servicio pese tener el informe de servicios sociales”, dice.

Otro de los avances, que también resaltan las entidades que trabajan con la infancia es el de la lucha contra la malnutrición durante el verano, gracias a convocatorias extraordinarias del Departamento de Bienestar, o la clarificación de los baremos de entrega de las becas comedor.

La Mesa del Tercer Sector ve positiva la lucha contra los cortes de energía

Guiteras, sin embargo, ve todavía en el tintero un tema importante: revisar el mapa de las prestaciones sociales. “Es la manera de reformarlas para dar una mejor respuesta a la pobreza actual”, dice. Una crítica a la que se suma el diputado del PP Rafael López, que critica que no se revise el Plan Estratégico de Servicios Sociales. “Hay desidia. Solo hay voluntad para el independentismo”, asegura. Desde Ciutadans también critican “el exceso” de esfuerzos del Ejecutivo catalán en promover la ruptura. “El gasto identitario serviría para pagar la deuda a las entidades del tercer sector, que son la malla que aún sostiene la cohesión social”, dice el diputado José María Espejo.

El republicano Pere Bosch acepta que los alcances de las medidas aprobadas es muy variado, lo que hace injusto un balance general. “Hacen falta indicadores para poder evaluar mejor”, dice. La reforma de la RMI, considera, es un tema muy importante que sigue sin ser abordado. Massana cree que el 69% de ejecución de la que habla la Generalitat hace referencia a temas menores o sin presupuesto. “Por ejemplo el derecho a la alimentación se incluye dentro de la cartera. Pero no se explica quién o cómo se pagará”, se queja.

Los socialistas, por su parte, señalan la necesidad de presentar pronto el Informe de Evaluación de las políticas de inclusión social en Cataluña y retirar los puntos “más lesivos de la reforma de la RMI” de 2011, a la espera de que se debata la Renta Garantizada de Ciudadanía. “Llevamos años de medidas paliativas. ¿Cuándo plantearemos las medidas drásticas de fondo?”, pide Lucía Guerrero de la Junta del Colegio de Trabajadores Sociales de Cataluña.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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