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El fraile retrató actos sexuales de una menor con su primo discapacitado

Otra niña entregó a los agentes mensajes con los que el religioso intentó seducirla

José Quintela retira la nieve ante el santuario de O Cebreiro en febrero.
José Quintela retira la nieve ante el santuario de O Cebreiro en febrero.PEDRO AGRELO

El franciscano detenido en O Cebreiro por supuesto abuso de menores, inducción a la prostitución y apropiación indebida del dinero del cepillo lo intentó presuntamente con más de una cría del municipio y, según las declaraciones de varias personas ante la Guardia Civil, habría montado orgías en las que participaron dos discapacitados intelectuales. En una ocasión, incluso, según relataron los protagonistas de los hechos, invitó a cenar y beber alcohol a una menor y a un primo de esta al que le ha sido diagnosticada una minusvalía intelectual del 40%. Cuando ya estaban borrachos, el chico más que la chica, les dijo que se desnudasen y que mantuviesen relaciones entre sí. Mientras, cámara en ristre e igualmente sin ropa, el fraile José Quintela, hoy preso en la cárcel lucense de Bonxe, retrataba a los dos jóvenes sobre un sofá. Ninguno ha podido precisar si con el móvil hacía fotos o vídeos, aunque creen que era lo primero. Según explicó ayer la menor a este diario, entre ella y su primo no llegó a haber penetración, “solo besos y caricias”. El atestado habla también de “contacto genital”.

 Todas las presuntas víctimas de las correrías sexuales que habría llegado a consumar Quintela son miembros de una misma familia con sus integrantes desempleados y domicilio en una deprimida aldea de la montaña. Después de varias citas con la chica de 16 años, hoy ya de 17 —a la que, según ella, entregaba dinero antes, durante y después del sexo que mantenían tanto en la sacristía o en el coche como en un hotel de Ponferrada o la casa natal del religioso—, el arrestado le propuso “llevar a otra persona” a los encuentros “para hacer más interesante la cosa”. Según testificó la muchacha, también le adelantó que les pagaría a los dos “a partes iguales”. La menor pensó en su primo de 19 años, que estudia en un colegio especial en Lugo. Y el fraile le dijo que le valía. Los recogería “en la estatua del peregrino que hay pasando O Cebreiro” para una noche de sexo en su casa restaurada de Vilariño (San Xoán de Río, Ourense). Más adelante la apremió para que buscase otras personas con las que formar nuevos tríos, y ella se negó.

Los investigadores, que abrieron las pesquisas el pasado 29 de enero después de que una vecina los informase de los rumores que circulaban por el pueblo, intentan componer el puzle con testimonios aportados por personas de la zona, como esta mujer, un taxista que transporta muchas veces al joven discapacitado, una chica de 15 años que también recibió mensajes supuestamente insinuantes del fraile, u otra vecina de 26 años que en una ocasión se topó en Facebook con un enlace que decía “Webcam de sexo gratis, jóvenes en webcam” etiquetado por otra persona en el perfil de José Quintela. Tras el supuesto abuso de menores y discapacitados que se investiga, agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en Madrid rastrean si el franciscano era uno de los hilos de una red de intercambio de pornografía en la que supuestamente habría implicados más religiosos de otra orden.

Pero el testimonio clave es el de las supuestas víctimas. Aquella noche, además de mantener relaciones completas con la cría, el fraile supuestamente lo intentó con el primo. Este explicó que trató de penetrarlo sin conseguirlo. No obstante, en un viaje el taxista, intentando sonsacarle, le preguntó si “eso” dolía, y el joven respondió que “al día siguiente ya no”.

Según ha insistido varias veces a este periódico, la chica siempre tuvo sexo con el franciscano “con condón”. Pese a esto, el sumario recoge alguna foto que hace dudar a los investigadores de esa versión, aunque la chica insiste en ella. En su declaración ante la Guardia Civil como detenido, el religioso confesó que es portador de un virus que se puede transmitir por vía sexual y que la vecina de 17 años “desconocía” esta circunstancia.

En otra ocasión, este miembro de la orden que se hizo cargo del santuario de O Cebreiro desde hace cinco años, con el pretexto de hacer un trabajo en su casa, se llevó a Vilariño a un tío de la menor y al mismo tiempo primo del discapacitado de 19 años. Este hombre de 39 años, que tiene reconocida una minusvalía mental del 65%, relató a un guardia civil que el religioso contrató aquella noche dos prostitutas y que “cada uno durmió con una”. Después, según explicó sin querer dar más detalles, el fraile le dio 100 euros.

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En el teléfono móvil incautado al franciscano tras su detención se hallaron 857 archivos fotográficos en la carpeta de “enviados”, y entre estas imágenes hay “más de 250 de carácter sexual”. Según fuentes de la investigación, el sumario recoge fotografías en las que aparece con la menor y otras que tienen como único protagonista su pene, adornado, eso sí, con gran variedad de objetos. También con billetes supuestamente del cepillo. La menor ha reconocido que, en temporada alta del santuario, le daba más dinero, unos 300 euros, que cuando bajaban los turistas y peregrinos. Ella creía que todas esas instantáneas que hacían eran parte del juego y que “luego se borraban”.

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