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Israel Galván y Akram Khan, un “poema dadaista” sobre el escenario

'Torobaka', un encuentro entre flamenco y kathak, llega al Teatro Central de Sevilla

Akram Khan e Israel Galván, un 'Torobaka'.
Akram Khan e Israel Galván, un 'Torobaka'.jean l. fernández

"Un libérrimo poema dadaísta", así define Pedro G. Romero el espectáculo en el que han sumado maestrías el bailaor sevillano Israel Galván y el bailarín indio Akram Khan: Torobaka, que podrá verse en el Teatro Central de Sevilla los días 27 y 28 de febrero, es baile sin concesiones. La propuesta, recrea a dos animales sagrados, el toro y la vaca, y los une para ofrecer al espectador un lenguaje que es la suma de dos tradiciones: el flamenco y el kathak.

"No se trata, desde luego, de un intercambio étnico entre tradiciones, de ningún ejercicio de danza global. Se trata de hacer conjunto de una manera de entender el baile que quiere situarse en los principios de la voz y del gesto, antes de que empezaran a producir significados. Mímesis antes que mimetismo", continua explicando G. Romero, quien ha dirigido muchos de los espectáculos de Galván.

Y para explicar de qué va Torobaka, nada mejor que las palabras de sus dos protagonistas: "Hay venenos que curan, y el kathak es de la misma farmacia. Lo tengo metido en  el cuerpo. (...) Maestro, a veces tenemos la necesidad de adelantarnos al movimiento, ir más rápido y, de pronto, parar en seco. Gandhi, quizás, sabía que quedándose quieto veríamos mejor el mundo, que las personas que se están siempre moviendo. Maestro, yo venía preparado para una pelea de gallos, la serpiente y la comadreja, y nos hemos convertido en monjes, dos hombres santos en el retirado monasterio de la danza", escribe Galván sobre su encuentro con Khan.

"Bailar junto a Israel es como bailar junto a un sublime narrador de ritmos, y desde luego, no con ecos del pasado, sino de futuro. Así es como he alcanzado tanto conocimiento sobre el flamenco, a través de Israel. Él me ha abierto los ojos a cómo es y lo que significa, y sobre todo qué es posible hacer con el flamenco: cómo se puede deconstruir su lenguaje, transformarlo y volverlo a crear, con el fin de conformar nuevas historias. Después de todo, las historias son las que nos ayudan a dar sentido al mundo", opina Khan sobre el bailaor.

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