El ‘falso Shaolín’ ya tiene abogado de oficio

Juan Carlos Aguilar, el 'falso Shaolín', acusado de asesinar entre mayo y junio de 2013 en Bilbao a dos mujeres, Maureen Ada Otuya y Jenny Sofía Rebollo Tuirán, ya tiene abogado de oficio, después de que el letrado que le representaba, Javier Beramendi, uno de los más prestigiosos de la capital vizcaína, renunciara a ejercer su defensa a finales del pasado mes de enero, cuando estaba a punto de ponerse fecha para la celebración de la vista oral.

El juicio, que en un principio se iba a desarrollar entre finales de febrero o principios de marzo, se pospuso por la renuncia de Beramendi y, posteriormente, se fijó para el 20 de abril, sin que todavía se le hubiera nombrado abogado al acusado, que estaba a la espera de su designación.

Finalmente ya se le ha asignado letrado de oficio al procesado, que se enfrenta a peticiones de entre 40 y 45 años de cárcel y al pago de entre 300.000 y 500.000 euros de indemnizaciones por parte de la Fiscalía y las acusaciones popular y particulares por dos delitos de asesinatos con alevosía y ensañamiento.

La vista oral está prevista que finalice el 5 de mayo, y durante ella, Juan Carlos Aguilar se sentará en el banquillo de los acusados por matar a finales del mes de junio de 2013 Maureen Ada Otuya y Jenny Sofía Rebollo Tuirán --a la primera la habría golpeado salvajemente y a la segunda la descuartizó tras matarla--.

Los escritos de calificación señalan que, sobre las 3.20 horas del 25 de mayo de 2013, Juan Carlos Aguilar se ofreció a llevar en el coche a Jenny Rebollo, a la que conocía, porque un individuo la estaba importunando.

El 'falson Shaolín' llevó a la mujer al gimnasio que éste regentaba, la maniató y la agredió hasta ocasionarle la muerte, sin que se haya determinado la causa del fallecimiento porque descuartizó el cadáver para deshacerse de él.

Además, el 2 de junio de 2013, el acusado contactó en las inmediaciones del bar Canei de la calle General Concha de Bilbao con Maureen Ada Otuya sobre las 6 horas. Posteriormente,  Aguilar la llevó al gimnasio y le inmovilizó por los brazos y el cuello, y la golpeó brutalmente en la cabeza y en el abdomen. Finalmente, con el objetivo de acabar con su vida, la estranguló con una soga.

En ese momento, la Ertzaintza, alertada por vecinos, accedió al gimnasio y detuvo a Aguilar. La víctima ingresó en el hospital en estado de coma y falleció el 5 de junio como consecuencia de una "encefalopatía anóxica secundaria a una asfixia por estrangulación".