Urkullu ratifica su confianza en Toña pese a la inhabilitación profesional

El lehendakari no tiene dudas sobre el nuevo consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Ángel Toña. Después de tres largos días en los que se ha cuestionado el alcance político de su inhabilitación profesional como administrador concursal, y a la espera de que la Comisión Ética del Gobierno que preside el consejero de Justicia y Portavoz, Josu Erkoreka, haga público su dictamen, el lehendakari, Iñigo Urkullu, habló ayer en el Parlamento vasco por vez primera sobre el asunto para ratificar que mantiene intacta su confianza en el sucesor de Juan María Aburto.

Lo dijo a preguntas del PSE en primera instancia, y de EH Bildu después, en el pleno de control y en respuesta a la insistencia de José Antonio Pastor y Dani Maeztu, respectivamente. El lehendakari quiso dejar claro desde el primer momento que la sola presencia de Toña en la bancada del Gobierno evidenciaba su compromiso con el nuevo miembro del gabinete: “Baste decirle, señor Pastor, que Ángel Toña está aquí como consejero”. Pero a renglón seguido precisó que mantiene las razones que le llevaron a proponerle y “la confianza en su preparación y en sus valores”.

En el segundo turno de respuestas al PSE, volvió a dejar caer que la presencia de Toña era algo más que un puro formulismo: “Toña está aquí y eso viene a dejar claro mi compromiso”. El portavoz socialista había emplazado al lehendakari a que, más allá de la decisión que proponga la Comisión Ética, se lanzara y diera su opinión, sobre todo después de que el nuevo consejero hubiera omitido comunicarle la sentencia judicial de la Audiencia Provincial de Bizkaia que, efectivamente, daba la razón a cinco de los más de cien trabajadores de las concursadas Fundifes, Bator Gestión 2004, y Otsaila XXI, además de a la Seguridad Social. La sentencia le sanciona con 18 meses de inhabilitación profesional para administrar concursos.

Etxaide salió en su defensa en el primer momento

Toña conoció la sentencia la víspera de ser nombrado por el lehendakari y los expertos que consultó coincidieron en que no suponía ningún obstáculo ni incompatibilidad para ejercer el cargo público que le ofreció Urkullu. “Es el lehendakari el que se obligó cumplir el código ético y es usted el que tiene que decir si cumple esos criterios. Pero por lo que dice, parece que la decisión ya la tiene tomada”, le respondió Pastor. El caso de Toña dio un inesperado giro cuando una vez hecha pública la sentencia, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, defendió la actuación del nuevo consejero porque, según dijo, “actuó en defensa de los trabajadores y de la continuidad de la empresa y de los puestos de trabajo”.

Es cierto que las gestiones de Toña no dieron el resultado esperado y al final se acabó liquidando la empresa. A la voz de Etxaide se sumaron después las de ELA, CC OO y UGT, además de la patronal Confebask. Maeztu, parlamentario de EH Bildu, se agarró precisamente al hecho de que Toña fracasó en sus gestiones en favor de la actividad y del empleo para mantener la incertidumbre sobre cuál será su posición final, pero también se alejó de la que mantuvo nada más conocer la sentencia, cuando consideró que “Toña está inhabilitado para ser consejero”. “No ponemos en tela de juicio su valía”, dijo ayer Maeztu. “Lo que le planteamos es que, en beneficio de todos hay que contar el relato de la verdad. No hay que hacer falsos relatos”, dijo. El lehendakari le pidió que reconsidere su postura, porque “sería más coherente” apoyar al nuevo consejero, sobre todo después de comprobar “cómo ha ido ganando la confianza de todo su entorno” y de su perfil técnico, académico y profesional.