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Móstoles oculta los boquetes del tren antes de las elecciones

Las obras de la línea de Cercanías llevan cinco años paradas

Esther Sánchez
El lugar donde debía estar la estación Parque Coimbra.
El lugar donde debía estar la estación Parque Coimbra. jaime villanueva

La actividad ha regresado a las obras de conexión del Cercanías entre las localidades de Móstoles y Navalcarnero, pero no se trata de la reanudación del proyecto, parado desde hace cinco años. A poco más de tres meses de las elecciones municipales, la empresa adjudicataria del tramo, OHL, está haciendo desaparecer de las calles de Móstoles las vallas y los boquetes que ha dejado tras de sí en importantes avenidas del municipio la infraestructura inacabada. La línea, de 14,6 kilómetros y presupuesto de 362 millones, se debería haber inaugurado en 2013.

La tuneladora cuesta 17 millones de euros 

Fuentes de la constructora indican que las obras que se están llevando a cabo no implican ni que se haya variado el proyecto ni que se abandone. “Se repondrán las zonas urbanas afectadas al estado en el que se encontraban, de tal manera que sea compatible con el desarrollo futuro del Cercanías”, aclaran desde la compañía.

La unión entre Móstoles y Navalcarnero por tren se frustró en 2010, cuando la empresa decidió no seguir adelante. La crisis había cambiado las halagüeñas perspectivas para el trayecto, que ya no alcanzaría el número de viajeros previstos.

La Comunidad de Madrid impuso a OHL una multa de 5,4 millones de euros por el incumplimiento, que, de momento, no ha sido abonada.

David Lucas, portavoz del PSOE, en la oposición, denuncia que se están tapando las obras para olvidar los 140 millones enterrados en ellas. “Prevalecen más los intereses electorales del PP y de la empresa, a la que no se le ha exigido ningún tipo de responsabilidad legal ni económica ni que finalice la línea”, sostiene.

PSOE: “Prevalecen más los intereses electorales del PP"

Desde la Consejería de Transportes confirman que se ha realizado un requerimiento a OHL para que reponga las calles, evitar molestias a los vecinos y aumentar su seguridad. Mientras, continúan las conversaciones que se iniciaron hace años para desbloquear la situación.

Desde hace cuatro años, a las afueras de Móstoles, la tuneladora que abrió el subsuelo para que pasasen las vías del Cercanías permanece enterrada. La monumental máquina cuesta 17 millones de euros y sobrevive en las profundidades engrasada casi a diario por unos mecánicos y custodiada por dos vigilantes en el descampado anejo a la zona residencia del Parque de Coimbra, muy cerca del centro comercial Xanadú.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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