_
_
_
_
_

Los abogados y Gordó critican las tasas ante Sáenz de Santamaría

El consejero de Justicia aplaude al Colegio de Abogados de Barcelona por rechazar la política judicial del PP

Àngels Piñol
Soraya Sáenz de Santamaria junto a la delega del Gobierno, Llanos de Luna y el decano Oriol Rusca.
Soraya Sáenz de Santamaria junto a la delega del Gobierno, Llanos de Luna y el decano Oriol Rusca.Andreu Dalmau (Efe)

El decano de los Abogados de Barcelona, Oriol Rusca y el consejero de Justicia, Germà Gordó, criticaron ayer ante la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, las tasas judiciales durante el acto para conmemorar la festividad del patrón de los letrados, Raimon de Penyafort. En una solemne, larga y protocolaria ceremonia en el Palau de Congresos de Barcelona, para entregar las distinciones a los abogados con 25 y 50 años de ejercicio, Rusca mostró su oposición a esa tasa por vulnerar el acceso igualitario de los ciudadanos a la justicia y reclamó que no sé “mercantilice” al tratarse un servicio público.

El Gobierno se está planteando revisar esa norma y Rusca admitió que el Colegio está “moderadamente” satisfecho de que se hayan atendido sus reivindicaciones pero que, aun así, quiso poner el acento en su postura. Ante un aforo de más de 500 personas, el decano defendió ante la vicepresidenta la necesidad de que los conflictos se resuelven con el “diálogo y el pacto”, que son, la “cuna de Europa”.

No fue la única crítica al Gobierno que se formuló. Abel Pié, decano del Colegio de Manresa y presidente del Consell de l'Advocacia Catalana, pidió al Ejecutivo que dé una segunda oportunidad a los ciudadanos más castigados por la crisis y ahora atrapados en deudas que tardarán toda una vida en pagar. Gordó, distinguido por llevar 25 años de ejercicio, felicitó al Colegio de Abogados de Barcelona por oponerse a la política judicial del Gobierno. Citó las tasas, la prisión permanente revisable o la interceptación de comunicaciones sin autorización judicial. “Y el Colegio también defiende los derechos nacionales de este país”, dijo con relación al proceso soberanista. Gordó, que, con la toga puesta, dijo no hablar como consejero, defendió que los conflictos no se resuelven “echando más leña al fuego”, en alusión a la querella contra Artur Mas. Y acabó con un pequeño dardo a Santamaría, que presidía protocolariamente el acto. “Quien lo hace es el santo Patrón y espero que les dé un buen año”.

La vicepresidenta, también letrada, regateó las críticas con ironía —“Estoy, creo, entre compañeros”— y remarcó que España es uno de los países más “descentralizados” del mundo en el que merece la pena creer. Tras dar datos sobre la mejora de la economía y los esfuerzos del Gobierno para dar segundas oportunidades, hizo un llamamiento a la unidad. “Un mundo global que borra fronteras ha de llevar a abrirnos y no encerrarnos; a ganar peso en el mundo y no perderlo; a cooperar con otros para ser más grandes y más fuertes”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_