La fiscalía acusa de desviar fondos al organizador de la Feria de Abril

La fiscalía puede haber dado con la versión andaluza de Fèlix Millet. El ministerio público acusa a Francisco García Prieto, el hombre que organizó la Feria de Abril de Cataluña durante casi 30 años, de saquear los fondos de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (Fecac) y de defraudar a casi todas las administraciones con las subvenciones públicas que, generosamente, recibe la entidad. La fiscalía ha denunciado ante el juez a García Prieto y a otras siete personas -hijos, miembros de la junta y empresarios– por apropiación indebida, fraude de subvenciones y falsedad cometidos entre 2008 y 2013.

Las denuncias -verbales y escritas- contra García Prieto por sus manejos irregulares al frente de la Fecac circulaban desde hacía tiempo. Tras investigarlas a fondo con ayuda de los Mossos d'Esquadra, la fiscalía las ha detallado ahora. La denuncia atribuye al expresidente -que cesó de su cargo en octubre de 2013– una decena de hechos delictivos que le permitieron embolsarse, presuntamente, cientos de miles de euros a costa de la entidad dedicada a promover la cultura andaluza y el flamenco, y que anualmente organiza la popular Feria de Abril en la explanada del Fòrum de les Cultures de Barcelona.

La cerveza fue uno de los instrumentos que, presuntamente, permitieron a García Prieto enriquecerse. Desde 2003 y durante diez años, Damm aportó 6.000 euros anuales a la federación a cambio de tener la exclusiva en la distribución de cerveza en todos los “establecimientos, quioscos y chiringuitos” de la Feria de Abril, recoge la denuncia. La empresa aplicaba, además, un descuento del 54% a toda la cerveza que la Fecac comprara para distribuir durante el evento.

La denuncia relata que García Prieto “aprovechó su cargo de presidente para apoderarse” de 429.691 euros gracias a esos descuentos. El expresidente, que disponía de pleno poder en la entidad, hizo que se aplicaran esas bonificaciones a la bebida suministrada a empresas de sus dos hijos, a pesar de que “sabía sobradamente que no les correspondía”. La Fecac, en cambio, tuvo que pagar “un sobreprecio evidente”, lo que causó “perjuicio” a sus arcas.

Los ingresos obtenidos con la venta de bebidas en la Feria de Abril tampoco fueron a parar, en su totalidad, a la Fecac, sino al bolsillo de García Prieto. Éste se apoderó de 1,2 millones de euros de las bebidas y lo logró, en parte, ordenando que los cobros en el recinto se hicieran en metálico. Además, tampoco se emitían facturas o recibos de esos ingresos, lo que permitió el fraude.

Buena parte de las irregularidades halladas por la fiscalía tienen que ver con el manejo de las subvenciones que, a lo largo de los años, percibió la Fecac de casi todas las administraciones: ayuntamientos (de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet), Diputación de Barcelona, Generalitat de Catalunya e incluso la Junta de Andalucía. El caso más claro consistía en “justificar falsamente” actividades por las que la Fecac recibía ayudas públicas y que, muchas veces, no llegaban a celebrarse.

Hay casos curiosos. En 2008, Santa Coloma otorgó una subvención (de 8.500 euros) para organizar un supuesto Concurso Nacional de Copla. Por la “edición y producción” del concurso, una empresa implicada en la trama cobró de la entidad. El concurso, en realidad, “no se había celebrado”, lo cual no impidió que, dos años más tarde, el mismo ayuntamiento volviera a subvencionar el segundo concurso de copla que, como en la primera ocasión, tampoco se celebró. Lo mismo que tanpoco existió el “Festival de Villancicos” 2012 que debía celebrarse en L'Hospitalet, a pesar de que fue subvencionado por la Diputación de Barcelona.

En ese fraude, García Prieto también aportó “facturas y recibos que no se correspondían” con las actividades o trabajos para los que se había otorgado la subvención. En 2012, el Ayuntamiento de Barcelona pagó 20.000 euros por el bicentenario de la Constitución de Cádiz. La Fecac, férreamente dirigida por García Prieto, presentó facturas sobre la “conmemoración del Día de Andalucía”.

De forma similar al proceder de Fèlix Millet en el Palau (aprovechando las distintas entidades que componían la institución musical), también García Prieto jugó con su doble papel como presidente de la Fecac y de la Fundación Fecac. El denunciado cargó a la primera gastos por 667.004 euros (por iluminación, actuaciones artísticas o montaje de carpas), pero los pasó como gastos de la fundación para “justificar mendazmentre” el abono de subvenciones.

El máximo exponente de la presunta falsedad continuada que le atribuye la fiscalía ocurrió en 2011. Para conseguir dos subvenciones de la Diputación de Barcelona -relacionadas con el Día de Andalucía y el programa anual de actividades, y por valor total de 63.000 euros- la Fecac necesitaba presentar las cuentas aprobadas de 2010. A García Prieto y a la secretaria de la junta (también denunciada) se les ocurrió “confeccionar un documento” que “simulaba” un acta de reunión que nunca existió. En esa reunión fantasma, García Prieto habría dado a conocer las cuentas y éstas habrían sido aprobadas por unanimidad. Los números, en realidad, no se aprobaron hasta julio de 2012.

De los diez pecados citados por la fiscalía, hay uno de importe menor pero que explica la soltura con la que, después de 27 años al frente de la entidad, actuaba presuntamente García Prieto. Con una tarjeta de crédito de la Fecac, pagó la reparación de su Audi A6 por importe de 2.150 euros. Al cesar en el cargo, se halló una caja fuerte en la sede de la entidad con 59.127 euros que García Prieto había “ocultado”.