Gil de Biedma, “un poeta necesario”
Málaga rinde homenaje al escritor 25 años después de su muerte con una exposición, conferencias, el estreno de un documental y de la pieza teatral 'Las rosas de papel'
"Los versos de Jaime Gil de Biedma son los versos de un poeta necesario", escribía Luis García Montero en 1991 en la revista Renacimiento. Una certeza que se ha ido cargando de más razón con el paso del tiempo. Ahora, cuando se cumplen 25 años de la muerte del poeta catalán, ningún lector con sensibilidad pone en duda la necesidad que las letras españolas tienen de su palabra sencilla "por su ajustado poder significativo en la educación sentimental del lector contemporáneo", como también apuntaba García Montero. El último de sus libros, Las personas del verbo (1975), inspira el título del homenaje que Málaga le rinde al poeta, titulado La persona y el verbo, de la mano del Instituto Municipal del Libro, el Centro Andaluz de las Letras y la Fundación José Manuel Lara.
La cita, con un creador que confesaba "en mi poesía no hay más que dos temas: el paso del tiempo y yo", comienza el viernes 30 con la inauguración de la exposición en la que se recrea su universo más personal a través de cartas autógrafas, fotografías, discos, libros, objetos y obras de arte con las que convivió el autor, que se atrevió a dar por concluida su obra poética con 46 años porque no quería ser un escritor muerto en vida. "Los poetas mueren jóvenes, aunque sigan vivos", afirmó el propio Gil de Biedma (Barcelona, 1929-1990).
La exposición, comisariada por su amigo y artista plástico Pablo Sycet, está llena de guiños poéticos como los cinco retratos que Sycet ha encargado a otros tantos artistas nacidos entre 1975, año de la primera edición de Las personas del verbo, y 1982, cuando apareció su edición definitiva. La muestra podrá visitarse, hasta el 28 de febrero, en la Sociedad Económica de Amigos del País, en Málaga.
Un retrato que el artista filipino Fred Aguilar, amigo del poeta, le pintó en 1981 capitanea esta nueva hornada de imágenes de cinco artistas (José Ramón Lozano, Alberto Cuenca, Iván Izquierdo, Rosa Navarro y José Manuel Hortelano) que no lo conocieron y lo han retratado a partir del acercamiento a sus palabras sin artificio, cercanas y profundas como él se encargaba de recalcar en su trabajo. En El juego de hacer versos escribió: "y los poemas son / un modo que adoptamos / para que nos entiendan / y que nos entendamos".
Pablo Sycet, que conoció a Gil de Biedma en 1970 y cultivó su amistad hasta la muerte del poeta, ha intentado construir un universo sentimental alrededor del autor de Moralidades y Poemas póstumos en el que reflejar "la dualidad del mundo en el que vivía el poeta", apunta el comisario, un hombre de negocios nacido en el seno de la burguesía catalana y, a la vez, un bohemio a veces incomprendido por su homosexualidad.
"Hemos conseguido reunir todas las ediciones de obra gráfica en las que Gil de Biedma participó, con obras de la carpeta homenaje a Todó de 1961 y otra en la que sus textos aparecen junto a serigrafías de Julio Juste, Alfonso Medina y mías o la edición de grabados de Manuel Facal, Cenizas del amor", comenta Sycet, quien también ha prestado para la muestra dos poemas autógrafos que Gil de Biedma le regaló: Un cuerpo es el mejor amigo del hombre y De senectute.
"La exposición transcurre en la frontera entre la palabra y las artes plásticas, al igual que él siempre vivió su vida en una frontera, sin pertenecer totalmente a un mundo o a otro. Gil de Biedma es una pieza clave para la poesía del siglo XX en castellano y, con el tiempo, está creciendo aún más", comenta Alfredo Taján, escritor y director del Instituto Municipal del Libro de Málaga.
La muestra, que reúne primeras ediciones de sus obras y algunas de las misivas que les envió a sus amigos, incluye fotografías de Colita y de José María Calzado y alguno de los objetos de los que gustaba rodearse el poeta como un aguafuerte de obeliscos egipcios del siglo XVIII, un estereoscopio de Exposición Internacional de Barcelona de 1929 o el lienzo de Fred Aguilar Tormenta sobre Manila, una obra de 1981 a la que el poeta le tenía un cariño especial, al igual que a la ciudad filipina.
La persona y el verbo nace con vocación itinerante, aunque todavía no están cerradas las fechas, y se completa con un ciclo de conferencias en la Sociedad Económica de Amigos del País que impartirán su biógrafo Miguel Dalmau (4 de febrero) y los poetas Luis Antonio de Villena (día 11) y Luis García Montero (día 18). También se estrenará una pieza teatral a partir de un poema de Gil de Biedma, Las rosas de papel, que pondrán en escena Pep Munné y Silvia Comes (día 19).
Durante el homenaje se estrenará el documental 25 años después de la muerte de Jaime Gil de Biedma (día 2) en el Centro Andaluz de las Letras (calle Álamos, 24), dirigido por Luis Ordóñez entre octubre y diciembre del pasado año en Barcelona, Coca, Málaga, Madrid y Nava de la Asunción. El documental es un retrato coral del poeta a través de algunos de los que lo conocieron muy bien: Félix de Azúa, Benjamín Prado, García Montero, Carmen Balcells, Javier Rodríguez Marcos, Vicente Molina Foix, Pablo Sycet y Pep Munné, entre otros.
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