Más de 600.000 denuncias de tráfico y seis radares nuevos
El Ayuntamiento prevé ingresar 93,6 millones de euros por multas de tráfico en 2015
El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ana Botella (Partido Popular), prevé ingresar este año 86,8 millones de euros por la tasa de estacionamiento de vehículos, en su mayor parte gracias a los parquímetros.
Sin embargo, el servicio de estacionamiento regulado (gestionado por empresas privadas para el Ayuntamiento), como todas las tasas, es neutro para las arcas municipales: los ingresos sirven para cubrir los costes.
Su función esencial es disuasoria: potencia el transporte público frente al privado, y agiliza la rotación de coches en las plazas. Precisamente para esto último, el pasado mes de julio se limitó el tiempo de aparcamiento a dos horas en zona verde (residentes) y cuatro en zona azul (rotación). Antes el tope era la mitad pero nadie lo cumplía; con el registro obligatorio de matrículas del parquímetro ya es imposible evadirlo si no es cambiando el coche de barrio.
El tercer objetivo, quizá el fundamental, es rebajar la contaminación mediante una reducción del tráfico. La media anual de óxidos de nitrógeno (emitidos en su práctica totalidad por los motores diésel) se redujo un 22% de 2011 a 2014. El nivel actual de 35 microgramos por metro cúbico está por debajo del límite legal (40) impuesto por la Unión Europea en 2010.
Sin embargo, el año pasado se rebasaron los límites anuales en seis de las 24 estaciones de medición (en 2011 fue en 15), y los límites horarios en cinco (frente a nueve en 2011).
El Ayuntamiento prevé ingresar 93,6 millones de euros por multas de tráfico en 2015. Cree que se impondrán 560.000 denuncias de circulación (866 por agente) y otras 60.000 de seguridad vial. Y estima que serán retirados 26.000 coches por la grúa. A todo ello contribuirán los seis nuevos radares puestos en servicio. Ya ha entrado en funcionamiento uno en la M-30, a la altura de punto kilométrico 16,5 del túnel bajo el puente del paseo de Pontones, capaz de detectar infracciones en todos los carriles.
El objetivo fundamental de los radares es rebajar la cifra de muertos en accidentes de tráfico. En 2013 hubo 32, uno menos que el año anterior. En ese periodo aumentaron un 5% las víctimas graves en siniestros, según el último informe disponible de movilidad local.
“A partir de 2010 se observa un cierto estancamiento en la caída; desde 2005 se han reducido a más de la mitad; entre 2005 y 2008, por la bajada entre coches y motos; y en 2010, por el descenso de peatones fallecidos”, señala el informe.
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