Un dirigente del BNG niega ante el juez que quitase el arma a un policía
Declara el primero de los imputados por las protestas contra la visita de Merkel
No fue detenido, ni siquiera identificado, aquel día de finales de agosto pasado durante las protestas que acompañaron la reunión de Mariano Rajoy y Angela Merkel en Santiago. Pero Paulo Carballada, responsable comarcal del BNG en A Coruña, es acusado por la policía nacional de un grave delito, el de presuntamente arrebatar el arma a un agente en pleno forcejeo durante aquella manifestación.
Una protesta de varios colectivos, como los nacionalistas, emigrantes retornados o despedidos de Citroën, que “no había sido comunicada” a las autoridades y por tanto carecía de la debida autorización, según recoge el atestado policial elaborado y firmado unas seis horas después de ocurrir los hechos. Cuando los agentes indicaron a los organizadores que “debían proceder a la disolución” de la protesta, es cuando “integrantes de la manifestación arremeten contra el cordón policial y consiguen algunos de ellos rebasarlo”. Durante esos empujones, un agente “sujetó” a uno de los manifestantes, pero este “consigue coger la pistola, cayendo el arma con su funda al suelo, siendo recuperada por los compañeros del agente”. Carballada, que declaró ayer como imputado para que el juez del caso decida si debe o no haber juicio, no sale de su asombro. Otros cuatro compañeros, también del BNG, acaban, como él de enterarse en el último mes de la existencia de ese atestado policial y de los graves hechos de los que les acusan.
“Ni se me pasa por la cabeza intentar coger un arma, y menos en condiciones como aquellas”, destaca el dirigente nacionalista. Para su formación política, según reiteró ayer su portavoz nacional, Xavier Vence, estas acusaciones policiales forman parte de un intento del Gobierno de criminalizar las protestas. Los atestados son falsos, afirma el Bloque. “Quieren incriminar con falsas acusaciones, con atestados inverosímiles, para poder acusar, llevar al juzgado y multar a personas que participan en una manifestación pacífica, ejerciendo un derecho democrático”, remachó Vence.
Si Carballada no resultó detenido por intentar arrebatar el arma a un policía fue, según el atestado, “por la agresividad y la necesidad de controlar a la masa”. El atestado policial, que se limita a hacer una detallada descripción física del acusado, también recoge varios “empujones y agresiones” contra la policía en el entorno del Obradoiro compostelano. Habla de una “multitud agresiva” en algunos momentos, que incluso tiró al suelo a varios agentes. Tres se lesionaron, dos de los cuales tuvieron que recibir asistencia médica. La policía asegura que en los forcejeos perdió una defensa, unos grilletes, dos chapas de identificación personal de agentes y un distintivo policial. Carballada, ante el juez, negó que los forcejeos fueran agresivos o violentos, pese a que también hubo porrazos por parte de los agentes.
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