La Síndica pide trabajos sociales y no multas a quien viaje sin billete

La Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, planteó ayer una modificación de las multas de 100 euros que actualmente se cobra a las personas que viajan sin billete en el transporte público de Barcelona y de su área metropolitana. Vilà, que considera “excesivo” la cantidad de la penalización en relación con el precio del título del transporte, y pide que se incorporen medidas alternativas a la multa. En este sentido, la Síndica abre la puerta a que estas sanciones se puedan cambiar por trabajos en favor de la comunidad.

Vilà critica también el procedimiento por el cual el pasajero que viaja sin billete solo puede acogerse al pago reducido en el mismo momento en el que es sancionado. La Síndica pide que los amonestados tengan tres días para poder pagar el 50% de la multa (50 euros), unas recomendaciones propuestas “especialmente” para las personas sancionadas motivadas por errores y olvidos de la documentación que tienen que llevar los títulos personalizados y de tarifas sociales.

Desde principios de 2014 hasta noviembre, la Síndica ha recibido 71 quejas relacionadas por el control del fraude en el transporte público, 22 más que en 2012. Vilà vincula este aumento al incremento de las inspecciones y, posteriormente, con la subida de la sanción de 50 a 100 euros.

La Síndica propone modificar los controles de billetes, ya que vigilar “a medio camino” no impide el fraude. Por eso, exige que los controles se realicen en las barreras de entrada.

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Joaquim Forn, salió al paso de las peticiones de Vilà y calificó de “gravísimo” el hecho de que “unos paguen y otros no”. Forn aseguró, además, que 100 euros por una sanción, “no es una cosa exagerada”.