Confesiones de un jarrón chino
Un expresidente se sincera en un monólogo de origen italiano interpretado por Alberto San Juan
Felipe González acuñó esa famosa frase que dice que los expresidentes son como jarrones chinos en apartamentos pequeños. Todos les suponen un gran valor, pero nadie sabe dónde ponerlos y, secretamente, se espera que un niño les dé un codazo y los rompa. Y es que los expresidentes, que ostentaron el máximo poder político y observaron el Estado por todos sus costados, hasta los más oscuros, guardan grandes secretos.
En Confesión de un expresidente que llevó a su país a la crisis, la obra teatral de Davide Carnevali, interpretada por Alberto San Juan, uno de ellos se sincera, después de ocho años de mandato, con los que fueron sus gobernados, aunque no sabríamos decir si el susodicho está arrepentido o es solo cinismo. ¿De qué presidente hablamos? “Podría ser cualquiera, ya sea socialdemócrata o democristiano, que haya aplicado políticas neoliberales”, dice el actor. “Así que puede ser cualquiera de los que ha habido en España. El tema de fondo del monólogo es qué papel tienen que jugar los ciudadanos en el desarrollo de una democracia”.
San Juan es de los que opinan que votar cada cuatro años no es sinónimo de democracia. “La ciudadanía tiene que implicarse y hay que votar; si no los temas técnicos, al menos todas las cuestiones fundamentales. Un presidente se tiene que limitar a ejecutar las líneas maestras que elija el pueblo. La tecnología lo hace posible, pero también hace falta cambiar la educación y los medios de comunicación”.
El texto original, que fue escrito para el público argentino pero se estrenó en Italia, trata de buscar conexiones entre las figuras de Berlusconi y Menem, ambas muy mediáticas y de fuerte personalidad. “Quería hacer un paralelismo entre la crisis que vivió Argentina en los noventa y la actual en Europa”, dice Carnevali.
Para adaptarlo a España hubo que hacer un ejercicio de “metaforización y generalización, además de introducir el asunto de la participación ciudadana que se está generando”, dice el autor. “Ahora es una especie de partitura que se puede adaptar a varios contextos y, de hecho, se está haciendo una adaptación para Grecia”. Así, el personaje se ha desdibujado un poco y San Juan dice no haberse inspirado ni en González, ni en Aznar, ni en Zapatero, ni en Rajoy, aunque sí que ha cogido un poco de cada uno de estos políticos. ¿Qué le parece Pablo Iglesias como futuro presidente? “Creo en su honestidad. Aunque dudo de su estrategia de hiperliderazgo. No hay que postergar la democracia interna”.
Otro de los puntos importantes es la denuncia de la manipulación del lenguaje por parte del poder, “cómo ese presidente ha construido una imagen modélica y ha cambiado la imagen del país aun estando podrido”, apunta Carnevali, “y por qué los ciudadanos tenemos que empezar a elaborar la información que recibimos”.
La obra, que se puede ver los miércoles de enero y los jueves de febrero, se ajusta a la línea del Teatro del Barrio, que trata de captar la actualidad e informar al público para actuar sobre la realidad en la medida de lo posible, con montajes como Ruz-Bárcenas, Marca España o Retrato de un joven anticapitalista español. La producción Las guerras correctas se estrena el 5 de febrero y trata sobre la famosa entrevista que Iñaki Gabilondo le hizo a Felipe González en torno a los GAL. En adelante estrenarán El Rey, sobre Juan Carlos I, y González, sobre el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, siempre adoptando un enfoque crítico sobre lo que está sucediendo.
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