La Generalitat reabre el aeropuerto de La Seu, que no tiene vuelos regulares

l aeródromo de Andorra-La Seu d'Urgell, el segundo que gestiona y explota en exclusiva la Generalitat junto con el de Lleida-Alguaire, inició ayer una nueva etapa como aeropuerto comercial tras 30 años sin acoger vuelos regulares. La instalación está operativa, pero paradójicamente todavía no hay acuerdos cerrados con ninguna de las ocho compañías interesadas en operar en esta infraestructura pirenaica.

Cataluña tiene ya seis plataformas aeroportuarias de uso público. El nuevo aeropuerto, en el que el Gobierno catalán ha invertido 10 millones de euros (9 millones en 2007 para su compra a la familia Betriu y otro ahora para hacerlo operativo), está ubicado en un altiplano rodeado de montañas, a 842 metros de altitud, y dista 150 kilómetros del de Alguaire y 10 de Andorra. El vecino país, sin haber realizado ninguna inversión, será el gran beneficiado por la puesta en servicio de la instalación.

Miquel Armengol, vicepresidente de la Cámara de Comercio andorrana, señala que el aeropuerto es una gran oportunidad, ya que permitirá atraer a una clientela de gran poder adquisitivo que no está dispuesta a viajar tres horas en coche desde Barcelona o Toulousse para llegar a Andorra. “Ese turismo de nivel existe y queremos captarlo, sobre todo cuando podamos recibir turistas extracomunitarios”, señala Armengol.

Los Gobiernos de Cataluña y Andorra colaborarán en la gestión y promoción del aeropuerto, así como en la búsqueda de operadores. Un convenio firmado ayer por el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y su homólogo andorrano, Jordi Alcobé, fija que Andorra cubrirá el 50% del déficit de explotación de la infraestructura, hasta un máximo de 300.000 euros y con una parte variable en función del número de pasajeros que lleguen en vuelos comerciales. “Será el aeropuerto más barato de España”, aseguró un alto cargo de la Generalitat.

Ricard Font, secretario de Territorio y Movilidad, se mostró convencido de que antes del verano habrá más de una compañía catalana o francesa operando en este aeropuerto de pequeñas dimensiones. “Lo importante es que haya una oferta atractiva”. A partir de ahora no solo podrán aterrizar avionetas privadas, como ha ocurrido en los últimos cuatro años en los que ha funcionado como aeródromo, sino que también podrán hacerlo aviones con una capacidad de entre 40 y 50 viajeros, ya sea en vuelos regulares o chárter.

Font añadió que la Generalitat en ningún caso subvencionará directamente a las compañías que decidan volar a Andorra-La Seu por pasajero transportado, algo que prohíbe la normativa europea. “Lo que sí haremos”, agregado, “es ayudarles durante dos años con bonificaciones de tasas y en contratos de promoción y márquetin de los vuelos en origen, lo mismo que hacemos con otras compañías que operan en otros destinos”.