De los galgos a la investigación creativa
El Canódromo reabrirá este verano tras nueve años de su clausura y cambios de proyecto
Las instalaciones del Canódromo de la Meridiana de Barcelona han acometido lo que parece que es la recta final de su transformación. Las instalaciones levantadas en 1962 —una época en la que las carreras de galgos tenían cierta aceptación— se reabrirán el verano próximo como la sede un nuevo centro: el Parque de Investigación Creativa, destinado a incubar empresas culturales.
Su creación la ha impulsado la actual Administración municipal, en manos de CiU, tras rechazar el proyecto que diseñó el último Gobierno del tripartito de Barcelona, que quiso convertir las instalaciones al pie de la Meridiana en un Centro de Arte Contemporáneo. De hecho, los trabajos de reestructuración del espacio ya estaban bastante avanzados —se eliminaron las instalaciones de la cancha y la pista se transformó en un parque—, se había convocado un concurso para la dirección del centro y a finales de 2009 se nombró a un director, Moritz Küng, que finalmente nunca llegó a tomar posesión de ese cargo, aunque durante cerca de dos años percibió un salario como tal.
El destino del Canódromo estuvo en el limbo un tiempo considerable con una convocatoria electoral por el medio. En febrero de 2012, el regidor de Cultura, Jaume Ciurana, parecía que se decantaba para que fuera Barcelona Activa la que rigiera el futuro de esas instalaciones como un nuevo equipamiento cultural de creatividad. Al final, la equipación no saldrá del área cultural aunque la gestión la realizará la empresa Incubio, elegida por el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) de entre las que se presentaron al concurso que se convocó. Lo que se pretende es convertir el singular edificio, diseñado por el arquitecto Antoni Bonet, en una incubadora o vivero de empresas y actividades creativas culturales.
El edificio tendrá dos plantas y unos 1.300 metros cuadrados, incluirá un auditorio para un centenar de personas y espacios de trabajo en la planta baja, mientras que en el primer piso habrá aulas de asesoramiento, una cafetería y 270 metros cuadrados que se podrá dividir en cinco salas.
El Ayuntamiento de Barcelona aportará 1,5 millones de euros , a añadir a los seis ya invertidos en la instalación
“Será un espacio de proyectos innovadores al servicio de emprendedores culturales”, resumía el alcalde, Xavier Trias. Más rotunda fue la directora de Creatividad e Innovación del ICUB, Inés Garriga, que lo presentó como un centro “pionero en Barcelona y en el mundo”. Para que este empiece a caminar, no obstante, el Consistorio deberá afrontar una nueva inversión de 1,5 millones de euros, que se sumarían a los casi seis millones de euros ya invertidos hasta la fecha. La principal misión de la empresa ganadora del concurso, que pagará un canon anual de 160.000 euros al Ayuntamiento, será valorar los proyectos que le presenten, conectarlos con el tejido empresarial y financiero y apoyarles en el lanzamiento del producto. También ofrecerá servicios de innovación para empresas, que incluirán talleres y formación.
Más allá de las aplicaciones de móviles y el diseño de videojuegos, las dos principales áreas de la creatividad tecnológica por ahora, Incubio y el ICUB aspiran a desarrollar iniciativas que se transformen en realidades en otras disciplinas, como el teatro, la música y la danza. Simón Lee, fundador de la empresa, reconocía la dificultad de que iniciativas brillantes salgan adelante por falta de recursos y medios: “Nuestra misión es facilitar ese camino”. Precisamente, el alcaldable socialista, Jaume Collboni, criticó ayer la “mercantilización” de la instalación. “Nos parece bien que se apoye a los emprendedores pero no tenemos que dejar de lado la creación cultural que no esté ligada a algún negocio”, añadió Collboni.
Polideportivo, parque y guardería
El edificio del Canódromo es la parte más pequeña de los cerca de 10.000 metros cuadrados que ocupa la gran pastilla de terreno pegada a la Meridiana, en el barrio de las Viviendas del Congreso. El consistorio aprobó, en diciembre pasado, la reforma urbana y esa zona se levantarán nuevos equipamientos para el barrio: un parque, una guardería, un nuevo polideportivo –soterrado bajo las pistas de tenis hoy existentes- , y otro centro socio cultural.
En total, una inversión de 13,5 millones de euros que se desarrollará en el siguiente mandato. Y unos equipamientos largamente reivindicados por los vecinos del barrio:“Llevamos años sentándonos con los diferentes responsables y cuadros de técnicos municipales para asegurar que las promesas se cumplan. Esperamos que así sea”, explicaba Jesús Ribera, de la asociación de vecinos de Congrés.
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