Un exedil del PSOE niega ante Alaya financiación ilegal en el ‘caso Madeja’
Gómez Lobo rechaza que Fitonovo costeara las obras de una sede socialista
El exconcejal del PSOE de Sevilla Manuel Gómez Lobo ha negado ante la juez Mercedes Alaya que su partido se financiara con pagos de la empresa Fitonovo a cambio de contratos en el Ayuntamiento de la capital. Gómez Lobo ha declarado ante la juez por iniciativa propia en el marco de la Operación Madeja y reiteró que los contratos con dicha empresa se hicieron siempre con el visto bueno de la mesa de contratación.
Alaya investiga el presunto pago de comisiones por parte de Fitonovo a cambio de la adjudicación de obras públicas. Según la juez, entre el 2006 y el 2009, la empresa habría pagado al PSOE 123.000 euros en cantidades que oscilaban entre 30.000 y 60.000 euros, dinero que la compañía disimuló a través de una anotación en la contabilidad B denominada Langostinos Maera.
En su declaración ante Alaya, después de acogerse a su derecho a no declarar el pasado 24 de noviembre, Gómez Lobo ha negado que durante su etapa como concejal de Vía Pública del Ayuntamiento de Sevilla, de 2003 a 2007, diera órdenes para favorecer a Fitonovo en la adjudicación de contratos. El exconcejal ha reiterado que estas resoluciones dependían de los informes favorables de los técnicos. Gómez Lobo ha asegurado que “nunca” ha pedido a Fitonovo dinero en nombre del PSOE, “ni le han ofrecido ni lo habría consentido”.
Asimismo, quien también fuera secretario general de la agrupación del PSOE de la Macarena ha negado ante Alaya que Fitonovo costeara las obras de remodelación de la sede socialista, tal y como asegura el dueño de esta empresa, Rafael González. El exconcejal ha asegurado que la obra fue aprobada por el comité de la agrupación y pagada por el partido. Preguntado por la razón por la que dicha remodelación aparece en la contabilidad de Fitonovo, Gómez Lobo se ha escudado en que “estos temas los llevaba el secretario de Organización, Domingo Enrique Castaño”, también imputado por Alaya en la causa.
Gómez Lobo solo ha admitido haber mantenido una reunión fuera de su delegación con los responsables de Fitonovo. El encuentro se produjo en el restaurante Langostinos Maera y, según el declarante, fue para pedirles unos tratamientos especiales en los naranjos porque los técnicos le dijeron que esa empresa era la que tenía los medios más avanzados.
La juez defiende que Gómez Lobo y Castaño favorecieron que varios contratos se adjudicaran a Fitonovo a cambio de comisiones, supuesto que Gómez Lobo ha negado alegando que “si se hubiera enterado” de que Castaño hubiera cobrado de Fitonovo lo hubiera denunciado.
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