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Las pedanías del sur estrenan bus público tras años de reivindicación

La EMT de Valencia oferta 3.570 plazas diarias a El Saler, El Perellonet y El Palmar, con una población de 4.000

Cristina Vázquez
Un autobús de la L25 en la calle Cerdán de Tallada, origen de la línea.
Un autobús de la L25 en la calle Cerdán de Tallada, origen de la línea. JOSÉ JORDÁN

Los vecinos de las pedanías del sur de Valencia —El Saler, El Perellonet y El Palmar— disponen desde ayer de un servicio municipal de transporte después de una década de reivindicaciones. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia estrenó la línea 25, que oferta a diario 3.570 plazas para una población de 4.000. Una empresa privada, Herca, concesionaria del Estado, prestaba hasta ahora este servicio en exclusiva.

Este bus público tendrá una frecuencia de paso de 30 o 35 minutos en invierno y de 15 o 20 minutos en verano, cuando el número de plazas crecerá hasta las 6.000 dado que es un destino de playa muy frecuentado. La L25 saldrá del centro de Valencia —la parada de origen está junto al Parterre— y en 30 minutos está previsto que llegue a la pedanía de El Saler. La línea se desdobla en dirección a El Palmar (40 minutos) y a El Perellonet (45 minutos). Serán 26 expediciones diarias (ahora eran 15) y 57 paradas en total.

La EMT estima que el nuevo servicio costará, con los refuerzos estivales, medio millón de euros. El coste del viaje será el mismo que en el resto de la red —1,50 euros el billete sencillo y ocho el bonobús de 10 viajes—. El precio antes era de 2,50 euros.

Las asociaciones vecinales de las pedanías del sur reivindican desde hace más de una década la llegada del bus público pero el Ayuntamiento de Valencia no ha decidido abrir una línea hasta ahora. Los residentes presentaron este año 2.000 firmas al Consistorio exigiendo que el transporte urbano llegara hasta estos núcleos de población.

La implantación del servicio no ha satisfecho por igual a todos los vecinos. Los residentes de El Palmar —pedanía turística enclavada en L’Albufera y que concentra un amplio número de restaurantes típicos— se quejan de que la frecuencia de paso es escasa y solicitan más. La compañía, que espera que unas 500 personas utilicen a diario este autobús, está dispuesta a ajustes horarios y de frecuencia cuando la línea esté más rodada. Ayer, el concejal de Circulación y Transportes de Valencia, Alberto Mendoza, se acercó a la parada de origen y explicó que el Consistorio ha retocado la L15, que se ha extendido de Pinedo hasta El Saler, a petición de los vecinos. La L25, una vez abandona el casco urbano de Valencia, hace gran parte de su recorrido por autovía, sin adentrarse en las pedanías. La cuestión se resolvió en líneas generales, a falta de algún ajuste horario.

En las primeras horas del servicio no hubo muchos usuarios. Estuvo Carlos, jubilado de 67 años y vecino de Russafa, que se acercó para estrenar el recorrido. “Como no trabajo, voy a coger el autobús para distraerme”, reconoció a pie de parada. Y es que este bus tiene un fuerte componente turístico, con paradas en la Gola de Puchol y el embarcadero de L’Albufera.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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