Ríos de fuego en la nieve en Boí
200 esquiadores participan en la bajada nocturna de antorchas en la estación de esquí
Después de dos aplazamientos a causa de fuertes ventiscas, unas 200 personas participaron ayer en la tradicional bajada de antorchas que la estación de esquí de Boí Taüll (Alta Ribagorça) organiza cada temporada para despedir el año.
La prueba es nocturna y resulta de gran plasticidad y espectacularidad. Esquiadores de todas las edades forman dos hileras y, portando una antorcha encendida en la mano, bajan serpenteando desde el Cap de Mulleres, en la cota 2.250, hasta la base de la estación.
La fiesta se caracteriza por el clima familiar y, visto su éxito, los responsables del complejo no descartan repetirla antes de acabar la campaña.
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