La Pedrera luce su mejor cara tras concluir su restauración

Tras 11 meses en rehabilitación en los que la fachada ha estado total o parcialmente cubierta por un andamio y una lona, La Pedrera, una de las obras más destacadas de Gaudí, vuelve a lucir su mejor cara y recupera el aspecto que tuvo en 1912, cuando el arquitecto la terminó en el Paseo de Gràcia.

La piedra calcárea de la ondulante fachada obliga a sus dueños, la Fundación Catalunya La Pedrera, a intervenir cada diez años. Los trabajos llevados a cabo, para acabar con las alteraciones provocada por la humedad, han tenido un coste superior al millón de euros, más de lo previsto inicialmente, que se han costeado al 50% por la publicidad anunciada en la lona (algo que generó cierta polémica), y el resto por la propia Fundación. A las 13 horas de este lunes está previsto un acto popular de fin de obras que contará con la participación de las autoridades y un baile de gigantes y cabezudos.

Los trabajos, como ha ocurrido en las anteriores ocasiones, han estado dirigidos por Francesc-Xavier Asarta que se ha empleado a fondo para acabar con los efectos del óxido de las vigas de hierro que aguantan la fachada. Se ha utilizado chorro a baja presión de silicato de aluminio sobre la piedra y se ha limpiado con antioxido las vigas afectadas, se ha restaurado con mortero los trozos desprendidos y las más de 200 fisuras detectadas. El proceso final, en el que también se han eliminado las filtraciones de los pavimentos de los veinte balcones del edificio y se han revisado las barandas, ha sido la aplicación de hidrofugante de nanopartículas, una especie de película transpirable, por toda la superficie que ha de impedir que el agua siga afectando la piedra. Con la idea de no tener que intervenir en los próximos quince años.