Los catalizadores son el nuevo objetivo de los robos en coches
Desarticulada una banda especializada en sustraer este recambio en Leganés
El catalizador, una pieza del sistema de escape de los coches, se ha convertido en una de los recambios más codiciados por los ladrones. Al estar compuesto por metales preciosos, como el platino, o escasos, como el rodio o el rutenio, tiene gran salida en el mercado negro. El pasado 24 de noviembre, la policía nacional desarticuló un grupo dedicado a sustraer estas piezas en el centro comercial Parquesur, de Leganés (187.000 habitantes). La banda se había especializado en dos marcas de coches (Hyundai y Kia).
La red aprovechaba las noches y los momentos en que se reducía la vigilancia en la zona para cometer los robos. La policía acusa a sus miembros de haber cometido al menos 29 hechos delictivos, aunque no se descarta que el número de víctimas sea mayor, pues algunas de ellas pueden no haber denunciado la sustracción.
Los asaltantes elegían de manera muy selectiva los coches y los momentos para sustraer los catalizadores. Estas piezas están situadas en la parte baja del vehículo y forman parte del sistema de escape. Su función consiste en transformar los gases de los coches para que contaminen mucho menos, según explica el subdirector del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (IUIA) de la Universidad Politécnica de Madrid, José María López. En el caso de los motores de gasolina, tiene tres vías para tratar el monóxido de carbono, los hidrocarburos sin quemar y los óxidos de nitrógeno. Este último gas es el que se trata en los motores diésel. “Es como una especie de panal de abeja por el que pasa el humo. Al tocar el platino o el rodio, se activa una reacción, de forma que el monóxido de carbono se convierte en dióxido de carbono o los óxidos en nitrógeno”, explica este profesor. Para lograr su pleno rendimiento tiene que alcanzar unos 250 grados de temperatura. Su vida útil es de unos 120.000 o 150.000 kilómetros en los turismos. Puede costar hasta 600 euros.
La pieza, que lleva platino,
Esta vida útil es la que marca que haya un gran mercado negro en torno a los catalizadores, pues pueden alcanzar un alto precio en un servicio oficial o en un taller especializado. “Para quitarlos hay que saber de mecánica, porque se encuentran en la zona de escape del motor y van colocado en un sitio bastante estanco”, añade López.
Las pesquisas para detener al grupo de Leganés comenzaron a principios de julio, cuando llegó la primera denuncia de una de las víctimas en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de esta población. Poco tiempo después, llegaron denuncias similares por lo que los agentes pudieron confeccionar el patrón que utilizaban los ladrones.
Siempre repetían el mismo modus operandi. Los robos se cometían en el mismo centro comercial por la noche, cuando se reducía la presencia de vigilantes en la zona, según fuentes policiales.
Los agentes montaron un dispositivo de vigilancia hasta que cazaron a los tres integrantes de la banda. Acudían a su trabajo cuando el centro comercial estaba prácticamente vacío y buscaban algún modelo de las marcas Hyundai o Kia. A veces recorrían varias veces el centro comercial hasta que conseguían su objetivo. Utilizaban para ello un vehículo de su propiedad.
Una vez que lo habían localizado, elevaban el coche con ayuda de un gato hidráulico. Uno de los integrantes del grupo se introducía debajo de él con gran rapidez y desmontaba el dispositivo de escape, dentro del cual se encuentra el catalizador. Cuando el objeto ya estaba en su poder, abandonaban el lugar a toda velocidad en su propio coche. Siempre lo conducía uno de los detenidos, que hacía labores de vigilancia en las inmediaciones.
Este no es el primer grupo detenido por robar catalizadores. En diciembre de 2012 fueron arrestados dos individuos que habían cometido al menos 23 robos de este tipo en el distrito de Fuencarral. Para perpetrarlos serraban los tubos de escape y se hacían con los recambios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.