El correcaminos blanquiazul

En la memoria de los aficionados del Espanyol está fresco el recuerdo de Callejón. El extremo recorría tan rápido y bien la banda que su marca en el cuadro blanquiazul fue tan breve como destacable. Llegó desde la Fábrica y se sumó a la lista de jugadores del Espanyol con pasado en el Real Madrid. El legendario Alfredo Di Stéfano jugó al final de su carrera con los de Sarrià. Y al libro se suman nombres ilustres como De Felipe, Marañón o Losada. Este verano desde Valdebebas aterrizó en Cornellà otro extremo picante, un correcaminos, dispuesto a dejar huella en el Espanyol: Lucas Vázquez (Curtis, La Coruña, 23 años).

Con 15 años, Lucas Vázquez cambió un humilde club en Galicia, el Ural, por el Real Madrid. “El cambio fue muy grande, estaba en un equipo de barrio en el que entrenábamos dos veces por semana y pasé al Madrid, a vivir lejos de casa y en una residencia”, rememora el extremo gallego. “A Lucas lo probamos en un torneo de una semana que jugamos en Menorca. Michel y Luis Palmero me dijeron: ‘A este chico hay que ficharlo ya’. Jugaba de delantero centro y competía con Morata, Fran Sol y Esnaider”, explica Sergio Piña, entrenador de Lucas en el Madrid C.

Fue en su etapa en el Castilla cuando, entre Alberto Toril y Manolo Díaz, lo reconvertieron en extremo. “Tenía mucha capacidad técnica y velocidad”, asegura Piña. “Al principio su hándicap era a la hora de defender. Hasta que Toril y Manolo le metieron en la cabeza que tenía que aprender a trabajar”. Y Lucas se convenció. “No es normal que un jugador en su posición y con sus condiciones tenga tanta capacidad de sacrificio”, interviene Manolo Díaz, su técnico en el Castilla. En su último curso con el filial del Madrid, Lucas despuntó: ocho goles y nueve asistencias.

Maneja bien ambas piernas. Es habilidoso, descarado y tiene desborde” Manolo Díaz, extécnico del Castilla

Primero Mourinho y después Ancelotti le observaron, pero no llegó a estrenarse con la camiseta del primer equipo. Sin embargo, Lucas no olvida los consejos de Marcelo, con el que compartió la banda izquierda en los entrenamientos en Valdebebas. “Después del primer regate tira el centro rápido. No vuelvas a recortar. Aquí el tiempo no sobra”, rememora Lucas las palabras del brasileño. “Tiene mucho desborde y maneja muy bien las dos piernas. Es habilidoso y descarado. En Primera todavía lo conocen poco”, advierte Manolo Díaz.

Convencido de que la creación del juego de su equipo iba a estar en las alas, en el verano Sergio González le insistió a Óscar Perarnau, director deportivo del Espanyol, de que necesitaba otro extremo [ya contaba con Montañés]. Y Perarnau ya tenía apuntado en su lista el nombre de Lucas. “Cuando me llamaron Óscar y Sergio no lo dudé. Además Álex [Fernández] siempre me hablaba muy bien del club”, dice el gallego. A préstamo y con una cláusula de compra de dos millones, en Espanyol no tienen dudas: ejecutarán la opción. “Va a ser un gran activo del Espanyol”, afirman desde el club. “Está respondiendo por encima de la expectativas. Ya no es una sorpresa, es una realidad. Estamos muy contentos de haber acertado con él”, afirma Sergio González.

“Nunca he pisado el Camp Nou y me muero de ganas de jugar allí”, reconoce Lucas ante el derbi. “Me toca la banda contra Neymar y Jordi Alba. Lo tengo difícil”, admite Lucas.