Los mecenas de los Jaime I reclaman “que vuelvan los sabios” y la decencia

“No hay futuro si dejamos de lado a los sabios”, afirmó Manuel Marín ayer en la entrega de los Premios Rey Jaime I, dotados con 100.000 euros cada uno. En nombre de los patrocinadores, el presidente de la Fundación Iberdrola reclamó para España “referencias" como los seis premiados y, “cada vez con mayor urgencia, volver al camino de la decencia, del rigor y de la sabiduría".

Como era pertinente, todos los parlamentos ensalzaron en la Lonja de Valencia la importancia de la investigación. La Reina Sofía pidió para ésta “el respaldo de todos”. El presidente de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados que promueve los premios, Vicente Boluda, abogó además por “erradicar la corrupción” en un modelo de sociedad que prime el consenso y apoye el conocimiento y la investigación. Alberto Fabra abogó por éstos como “palanca” para el crecimiento de las empresas.

Ya en nombre de los premiados, la directora del Centro de Investigación Cardiovascular de Barcelona Lina Badimón (laurel a la investigación médica) dibujó un nuevo paradigma global que exige “el apoyo financiero sin trabas de las agencias públicas de investigación para lograr la excelencia científica y el progreso que nuestro país debe tener en el entorno europeo”.

Discursos aparte y ante los medios, el director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de Alicante, Javier García Martínez (laurel a las nuevas tecnologías), lamentó que la Administración haya dado la espalda a la investigación. “El discurso ya sobra”, dijo y, al igual que con la conciencia de la necesidad de hacer ejercicio, “el reto es empezar a hacerlo”. Con sus premios, Pedro Jordano ( protección del medio ambiente), Enrique Sentana (economía), Ángel Rubio (investigación básica) y José Vicente Tomás (emprendedor), dieron testimonio de cómo ciencia e innovación destacan y sobreviven en este país contra viento y marea.