Matan a tiros dos perros y atrapan vivo un tercero de la jauría de Serós

Efectivos del Cuerpo de Agentes Rurales han abatido a tiros durante el pasado fin de semana a dos de los perros salvajes de la jauría que, en tres ataques, provocó 224 bajas en un corral de ovejas de Serós (Segrià). Previamente habían capturado vivo al líder de la manada, que fue utilizado como reclamo para atraer a los otros dos.

El jefe de los Agentes Rurales, Llorenç Ricou, ha explicado esta mañana que el líder de la manada fue localizado el viernes en la Vall de Bovà, en la misma zona del término municipal de Aitona donde la semana pasada fueron localizados en una guarida cinco cachorros, a los que presumiblemente iba a llevar comida.

Una vez capturado con la ayuda de una jaula-trampa, los agentes rurales utilizaron el animal como cebo y esperaron la llegada de los dos que fueron abatidos a tiros por la noche, uno el sábado y el otro el domingo. Se trataba de un macho y de una hembra que resultó ser la madre de los cinco cachorros que fueron trasladados a una perrera municipal a la espera de ser adoptados. “Los animales no sufrieron”, ha indicado Ricou, que ha explicado que intentaron cogerlos vivos, pero que no hubo más remedio que dispararles porque al ser tan esquivos se negaban a entrar en las jaulas.

Los agentes rurales mantendrán varios días más la jaula con el líder de la manada en su interior para tratar de capturar a los otros perros de la manada que aún andan sueltos por la zona, al tiempo que continuarán las batidas de los rurales y cazadores autorizados. Después, el Ayuntamiento de Aitona tendrá que hacerse cargo de este animal, que al estar tan asilvestrado será muy difícil poderlo socializar.

Uno de los perros abatidos resultó ser la madre de los cinco cachorros localizados la semana pasada

Ramon Agustí, propietario del rebaño de ovejas atacado, se ha encarado con el perro enjaulado mientras le gritaba “maleante, criminal y asesino. Me has traído la ruina”. Agustí ha asegurado que ahora está un poco más tranquilo, aunque continuará pernoctando cada noche junto al corral para proteger al ganado hasta que no quede ningún perro suelto por la zona.