Menos claustrofobia

1. Plaza de Olavide. Vivo cerca y he trabajado en esta zona. Nunca he estado lejos de este sitio. Siempre que puedo me escapo para venir a estar, a leer, a tomar una caña con unas buenas patatas bravas en las terrazas de algunos bares como La Matritense o el Cuatro de Copas.

2. Fuencarral entre Quevedo y Bilbao. Hay librerías, cafeterías, cines, es un lugar donde encuentro todo lo que necesito. Paso mucho tiempo de ocio por las tardes en ese tramo de calle. Como me gustan mucho las novelas históricas o los libros de prehistoria e historia reciente de España, suelo curiosear en La Casa del Libro, donde encuentro de todo.

3. Plaza de la Paja. Mi agencia de viajes Tierras Polares está cerca, allí tengo un enorme oso polar que hace las delicias de los niños del vecindario. No es real, claro. A la plaza suelo ir a comer o a tomar algo en cualquiera de sus restaurantes. Nunca recuerdo sus nombres.

4. Las Vistillas. Acostumbrado a Groenlandia, sus espacios abiertos y océanos de hielo, me da un pelín de claustrofobia que Madrid no tenga espacios abiertos donde perder la vista en el horizonte, aunque con el tiempo me he acostumbrado. Este es uno de los pocos que he encontrado en la capital. Me encanta.

5. Lago de la Casa de Campo. En Groenlandia, el barco es un medio de transporte fundamental porque por carretera no se llega casi a ningún sitio, todo son pequeñas islas. Navegar es necesario para todo, no es una cuestión anecdótica, y todos los suministros llegan en barco. A veces rememoro esto en este embarcadero donde me voy con el ordenador y monto mi oficina.

6. El Retiro. No se puede vivir en esta ciudad sin que este sea uno de tus sitios favoritos. Me gusta, también, la zona del lago, donde voy a entrenar de vez en cuando. Hay varios lugares del parque donde hay equipación municipal para hacer deporte y hay mucha actividad, son verdaderos gimnasios al aire libre. Lo agradezco mucho porque a mí la actividad en lugares cerrados me cuesta...

7. Plaza Mayor de Barajas. Cerca de allí tenía un almacén donde guardaba material para expediciones polares: trineos, esquíes, ropa para invierno, etcétera. La equipación para viajar al Polo es fundamental y siempre hay que arrastrar con muchos kilos de cosas. La plaza soportalada me gusta porque es un sitio pequeño y tranquilo con ambiente de pueblo pero muy cerca del centro.

8. Mercado de San Miguel. Es un lugar un poco distinto y agradable donde ofrecen muchas cosas deliciosas por todas partes. Yo voy a mediodía o a tomar una copa a la salida del trabajo. Cerca está la plaza Mayor, que es otro de mis lugares favoritos de Madrid y por donde me gusta pasear cada mañana aunque tenga que desviarme de mi camino (Plaza San Miguel).

9. Catedral de La Almudena. Es un sitio majestuoso. Allí está enterrado mi padre, que era un hombre muy creyente. Me gusta pasar por ahí si ando cerca (Bailén, 10).

10. Paseo del Pintor Rosales. Más de lo mismo: prefiero los espacios abiertos. Frecuento con mi hijo pequeño el Teleférico, soy forofo. Me gusta dar el salto al otro lado, es un sitio natural maravilloso, aunque el local al que llegas esta algo descuidado y necesita una buena actualización.