Anulada la condena al acusado de matar a una mujer china
El Tribunal Superior revoca la sentencia de un jurado de Pontevedra
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha revocado la condena a Zhang Hai Jie, el ciudadano chino a quien un jurado declaró en marzo culpable de matar en 2009 a una mujer de la misma nacionalidad en un piso de Pontevedra. El recién exonerado se ha librado de una pena de 14 años de prisión pero no está aún en libertad porque tiene pendiente una orden de expulsión del país por un caso previo de falsificación de documentos. Su abogada entiende que la salida de España era alternativa a una pena de cárcel que ya ha cumplido.
La tesis de la acusación durante el juicio es que Jie había acudido a Pontevedra para asistir a un compatriota que quería matar a una mujer, también de nacionalidad china, que ejercía la prostitución en un piso de Pontevedra y con quien este segundo sujeto –que escapó a su país antes y no pudo ser encausado- tenía una cuenta pendiente. El móvil no se llegó a aclarar; la acusación dudaba entre los celos o el dinero. Según la tesis de la fiscalía, cuando llegaron al piso se encontraron con otra mujer, que fue estrangulada. Horas después regresó la otra, que igualmente murió a manos de al menos uno de los hombres. El jurado entendió, guiado por los peritos, que una de las muertes podía haberla provocado una sola persona, por lo que decidió que no cabía achacarle las dos a Jie. El acusado adujo que había llegado a Pontevedra engañado desde Elche para participar en una transferencia internacional con documentación falsa pero durante la investigación incurrió en contradicciones como asegurar, hasta que una huella dactilar lo desmintió, que no había subido al piso donde se cometieron los crímenes. La defensa opuso entonces frente al jurado y después ante el Superior que el margen de error respecto al instante de las muertes daba pie a ubicar al acusado lejos de Pontevedra en el momento de los brutales ataques.
La decisión del Tribunal Superior no implica la puesta en libertad automática del preso, que durmió la víspera en la cárcel de A Lama y fue trasladado ayer a un Centro de Internamiento para Emigrantes de Madrid. Jie tenía una orden de expulsión por una condena previa por falsedad documental. Su abogada, Patricia Bedate, opone que tal mandato era una pena alternativa a otra de 26 meses de prisión que el hombre, encarcelado desde 2010, ya ha cumplido sobradamente. La letrada busca ahora revocar tanto el ingreso en el CIE como la orden de expulsión, unos trámites que deberían resolverse como mucho en dos meses.
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