Viaje al origen de la fotografía

Como ayer, el viento y, sobre todo, la lluvia amenazaban con aguar la cita. El 9 de noviembre de 1839, a las 11,30 horas de la mañana un centenar de personas se dieron cita, pese a las condiciones climatológicas adversas, en un terrado del Pla de Palau —en este momento Plaza de la Constitución—, epicentro de la ciudad barcelonesa de entonces, para ver cómo un nuevo ingenio inventado en París hacía tres meses, captaba la imagen del edificio de la Lonja y los porches de la Casa Xifré situadas enfrente y la impresionada, como por arte de magia, en una plancha de cobre.

El acto organizado por la Real Academia de Artes y Ciencias de Barcelona que había comprado la cámara por 1.946 reales de vellón, era el primero en toda España y se había anunciado en periódicos y octavillas de la ciudad.

Durante los 22 minutos que duró la exposición de la placa una banda de música militar amenizó la espera. Al final, se sorteó la nueva imagen y el agraciado que tenía el boleto 56 se llevó el daguerrotipo a su casa y no se volvió a saber nada más de esta imagen primigenia, aunque parece ser que fue utilizada por Antoni Roca para realizar un grabado en 1842, que sí se ha conservado.

175 años después de este acto histórico, y con la misma amenaza de lluvia, el Museo de la Ciència y de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC) de Terrassa celebró en el mismo lugar y la misma hora el aniversario realizando un nuevo daguerrotipo con una cámara de 1850 que conserva el museo. Por suerte, esta zona de Barcelona no ha cambiado en exceso, por lo que realizar la misma imagen más de siglo y medio después sigue siendo posible. No hubo banda de música, pero no faltó un actor, que caracterizado como Ramon Alabern, el grabador que realizó la imagen, invitaba a todos a rellenar un boleto para participar en un sorteo de la imagen que se estaba creando.

En el acto celebrado hace 175 años un fusilazo indicó el inicio de la exposición, en el que se pidió que nadie se asomara a los balcones de la Casa de Xipré, el primer bloque de pisos modernos de la ciudad, ni pasara delante por de la cámara. El final de la exposición se anunció con un segundo disparo. Ayer no hubo tiros, pero hubo que repetir la placa ya que a mitad de la exposición un autobús urbano se plantó delante de la cámara durante un buen rato, a la espera de que el semáforo se pusiera verde.

El primer procedimiento fotográfico fue creado en agosto de 1839 por Louis-Jacques-Mandé Daguerre y su socio Josep Nièpce en el que se fijaba la imagen a una plancha de cobre plateada en la que los pequeños nódulos de yoduro de plata se fijaban en función de la afectación que la luz daba en cada parte de la plancha, según explicaron a pie de cámara las fotógrafas Hélène Védrenne y Nina Zaragoza, del colectivo T_Daguerrotipo y la restauradora de fotografía antigua Ángela Gallego, que llevaron a cabo el experimento.

El invento llegó a Barcelona de la mano de Felip Monlau, Tomàs Mer y Josep Roura, que promovieron la compra de la cámara y que la sesión que ayer recreó. La imagen la realizó el grabador Ramon Alabern.

El daguerrotipo nos retrotrae al origen de la fotografía, pero en los últimos 20 o 25 años también se ha reivindicado como una nueva técnica de expresión para artistas y fotógrafos, sobre todo en países como Estados Unidos y Francia. “Es una comunidad de unos 150 miembros”, explicó Zaragoza que mantiene que el hecho de que el revelado se efectúe a la luz, en algo más de una hora, haya hecho comparar estos modernos daguerrotipos con las reciente Polaroid.

Para celebrar el aniversario de la primera fotografía el nMACTEC además del acto de ayer, ha organizado toda una serie de actividades como digitalizar la traducción al castellano del manual de Daguerre y exponer su colección de daguerrotipos, formada por 72 piezas, la mayoría provenientes de coleccionistas, una de las más importantes de Cataluña. Ayer, durante el tiempo de espera del velado de la placa, Óscar González, conservador del museo mostraba con sumo cuidado, algunas de estas 72 piezas llenas de misterio.