Sin dinero para la Biblioteca Provincial de Barcelona
El ministerio de Cultura no ha convocado desde 2011 la comisión de seguimiento del proyecto
Lo más cercano que hoy por hoy hay de la Biblioteca Provincial de Barcelona es la materia prima de la que se hacen los libros: los árboles. Porque el solar en el que está previsto que se levante, entre la estación de Francia y el paseo de la Circumval.lació, se ha convertido en un pequeño bosque. Plantas, arbustos y árboles han cubierto el solar y los restos arqueológicos del Baluard de Migdia que aparecieron cuando se iniciaron las excavaciones, en 2006. La previsión del inicio de la obra, adjudicada por concurso convocado por el Ministerio de Cultura en octubre de 2010, ha saltado por los aires año tras año. Pese al aparente olvido, ninguna de las tres administraciones involucradas- el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat- descarta que Barcelona tenga una gran biblioteca central. Un proyecto en cierto modo gafado: tardó años en decidir su ubicación, el antiguo mercado del Born, y tuvo que buscar otro solar al descubrirse los restos de la Barcelona destruida en 1714.
Desde 2012, el Ministerio no ha previsto ninguna partida presupuestaria para el proyecto. Ese año se destinaron 600.000 euros para que en 2013 se acondicionara el solar y se derribase un edificio en desuso. Ni una cosa ni otra se hizo. Tampoco hubo partida para 2014 y lo mismo ha ocurrido en las inversiones del Ministerio de Cultura para el año que viene. En las últimas semanas, el despacho de arquitectura que debía realizar la biblioteca, el estudio Nitidus Arquitects, ha recibido una comunicación del Ministerio de Cultura informando de que la cantidad de 300.000 euros, prevista para la dirección de obra del proyecto, ha pasado a los años 2016/2017. Lo que hace suponer que la vegetación seguirá creciendo en el solar.
Desde el despacho de arquitectos no ocultan su malestar. Ese equipo ganó el concurso frente a casi un centenar de candidatos. Idearon tres paralelepípedos de cristal escalonados a lo largo del triángulo de la parcela de unos 6.000 metros cuadrados, que arranca donde actualmente hay un aparcamiento y llega hasta las vías de la estación de Francia. 18.000 metros cuadrados de superficie con capacidad para almacenar hasta 600.000 volúmenes. Todo eso ocurrió hace cuatro años, con el PSOE en el Gobierno central y, sobre todo, con una coyuntura económica que no era como la de ahora para afrontar los 40 millones de euros en los que se presupuestó.
Pero además de la cuestión económica, está la voluntad política que no parece muy firme ya que ni siquiera la comisión de seguimiento del proyecto de la biblioteca –en la que están las tres administraciones- se ha reunido desde septiembre de 2011. Un encuentro que ha sido reclamado, por carta, por el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Jaume Ciurana, al secretario de Estado de Cultura, José Maria Lasalle. La última vez en enero pasado: “estamos a la espera de la convocatoria urgente de la comisión, para poder encarar definitivamente este ambicioso proyecto cultural para Barcelona”. Con otras palabras se lo ha planteado personalmente en otras ocasiones, sostienen fuentes municipales. Y también se lo mentó el alcalde, Xavier Trias, al ministro de Cultura, José Ignacio Wert.
El Ministerio de Cultura no quiere aparecer como la administración que ahora no quiere construir la biblioteca: “Todos somos conscientes de la situación económica que atraviesan las administraciones públicas, si bien existe voluntad de sacar adelante la construcción y la materialización de la biblioteca pública del Estado en Barcelona”, contestan al ser preguntados sobre qué está ocurriendo. Aseguran que la citada reunión de seguimiento “se hará lo antes posible”. No obstante, también apuntan a que hay un “problema” con el emplazamiento, en relación con el aparcamiento que se quiere construir en el subsuelo de la biblioteca. “No hay ningún problema”, replican desde el consistorio. Tampoco ven problema alguno en el despacho de arquitectos.
Lo cierto es que de poco han servido las declaraciones e iniciativas políticas que urgen desencallar el proyecto, como una resolución votada por unanimidad en el consistorio de Barcelona –incluido el PP- en enero pasado o la proposición no de ley entrada en el Congreso hace dos meses por el diputado del PSC, Aléx Sáez, instando a “iniciar de manera inmediata un proceso de diálogo para que se ejecute el proyecto”.
“Es verdad que Barcelona tiene una amplia red de bibliotecas (40) pero le hace falta una gran biblioteca central porque precisamente es esa la que debe coordinar toda la red”, afirma Assumpta Bailac, gerente de las bibliotecas de Barcelona, el equipamiento mejor valorado y más utilizado. Añade que ese es el modelo que se está implantando ahora en otras ciudades europeas, como Ámsterdam, Helsinki o más recientemente en Birmingham.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.