El sonido de las trincheras

Una época que desataría el caos que embriagaría el siglo XX por completo, pero también una época de grandes creadores en la adversidad y de música brillante en una transición de paradigma hacia la modernidad empapada de los movimientos vanguardistas. Las músicas de las Primera Guerra Mundial, de la que se cumple el centenario, toman este domingo los Teatros del Canal en una jornada maratoniana de música, teatro, arte e incluso magia.

Como grandes ejes de los festejos del siglo de la contienda hay tres conciertos de especial relevancia. El primero es el que abre la mañana en la Sala Verde, un montaje que aúna narración, música y danza en torno a Historia de un soldado de Stravinsky. Este maratón no pretende aportar un punto pesimista y dramático de la Primera Guerra Mundial, sino “Poner una mirada diferente y esperanzadora en el centenario de la contienda”, según explica Beatriz Azarmendi, responsable musical de las salas de Cea Bermúdez. Resaltar la genialidad de los creadores ante un panorama desolador y una Europa envuelta en el desastre.

Otra cita importante es el recital que dará pianista Judith Jáuregui, que acaba de grabar disco con su propio sello bajo el lema de Aura. En esta ocasión, tocará obras de Granados, Debussy, Mompou y Albéniz. Para concluir la jornada, será la Orquesta Verum con Miguel Romea al frente la que asuma la versión de 1915 de El Amor Brujo de Falla, con el talento de la cantaora sevillana Esperanza Fernández en el papel principal. El programa lo completará la versión para orquesta de cámara de La canción de la Tierra una pieza monumental de Mahler adaptada por Schönberg.

La jornada se presenta como una maratón gratuita para que entendidos y profanos se acerquen a disfrutar de un plan diferente, desde las 11 de la mañana y durante 12 horas. “A este tipo de citas viene gente que es fiel desde el primer año —los anteriores estuvieron dedicados a Chopin y Liszt— y se quedaron atrapados por la jornada; pero también hay otros que se acercan por curiosidad y se dejan sorprender”, explica Azarmendi, que este año ha incluido la presencia de la magia entre las propuestas para el domingo.

Los Teatros del Canal abren las puertas no solo de sus salas, sino también las instalaciones anexas del Centro de Danza Canal, donde se proyectarán largometrajes relacionados con la temática de la jornada y darán recitales alumnos de conservatorios madrileños. En las paredes de los teatros habrá también una exposición de fotografía que mostrará el ambiente de la Viena anterior a la contienda, que hasta entonces había sido capital musical del mundo.

El circo estará también presente en el vestíbulo del teatro, que será tomado por la mañana por los alumnos de la Escuela Carampa —Premio Nacional de Circo 2011—. A partir de las 8.00, serán los bailarines los que tomen el relevo de las actuaciones en la Sala Verde, donde interpretarán coreografías los alumnos de los conservatorios profesionales de danza. Y también habrá teatro, representado por la compañía Guntuguan con la obra Big Boy, en dos sesiones. Una jornada para disfrutar del domingo y conocer algo más sobre la actividad artística que rodeó a la Primera Guerra Mundial en una Europa que estaba a punto de cambiar conceptual y socialmente.

Memoria musical de una guerra. En los Teatros del Canal (Cea Bermúdez) desde las 11 de la mañana. Entrada gratuita.