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Los clubes de cannabis permitirán la entrada solo a mayores de 18 años

Los locales solo abrirán ocho horas diarias y no podrán vender alcohol

Jessica Mouzo
Un socio en 'La milla verde', asociación canábica.
Un socio en 'La milla verde', asociación canábica.Vicens Gimenez

Cataluña sigue adelante en su camino por regular los clubes de cannabis. Aunque más descafeinado que el borrador inicial que manejaba el departamento de Salud, la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT) ha presentado esta mañana ante la comisión de Salud del Parlament un conjunto de “mínimos” para ordenar la situación de las asociaciones cannabicas que hay en Cataluña. La restricción de acceso a los menores de 18 años, la prohibición de vender alcohol u otras drogas dentro de los locales y horarios de apertura limitados son algunas de las condiciones que ha puesto sobre la mesa la ASPCAT, que recoge la propuesta de resolución aprobada por todos los grupos parlamentarios excepto el PP. El documento deja a un lado la fase de cultivo y transporte y se centra especialmente en los aspectos más controvertidos desde el punto de vista de la salud pública. El secretario de Salud Pública, Antoni Mateu, ha aclarado que el documento “no plantea una regulación legal, sino unos criterios orientativos”, por lo que los clubes no tienen obligación de cumplirlos.

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Según el documento redactado por Salud Pública, las asociaciones limitarán el acceso a personas mayores de 18 años, y no a 21 como se preveía en el borrador inicial. El acuerdo de mínimos también recoge que las asociaciones solo podrán dispensar marihuana a sus socios. De hecho, en un intento por luchar contra el llamado “turismo cannabico”, los nuevos miembros del club han de entrar avalados por otro socio veterano y tendrán, además, un período de carencia de 15 días, por lo que no podrán solicitar ningún tipo de substancia durante sus dos primeras semanas en la asociación. Los propios centros tendrán que dar, además, asesoramiento a sus miembros sobre los prejuicios del consumo de cannabis y formación a sus empleados en cuestiones de salud pública. “Son medidas encaminadas a promover la salud pública y reducir los daños que puede comportar el consumo de cannabis”, ha explicado Mateu.

Las recomendaciones del departamento también pasan por prohibir el alcohol y otras drogas dentro de los locales y limitar el consumo de tabaco. Los horarios de apertura han de ser de ocho horas diarias, con límite hasta las 22 horas en días laborales y hasta la medianoche los fines de semana. Además, para evitar acercarse a “grupos de riesgo”, el espacio físico de las asociaciones tiene que estar alejado de centros sanitarios y educativos.

Los clubes quedarán fichados en el registro municipal de asociaciones de personas consumidoras de cannabis y tendrán que inscribirse también en el registro de asociaciones dela Generalitat.

Uno de los aspectos que no contempla la regulación de mínimos es el transporte y el cultivo del cannabis. Si bien el borrador inicial del código de buenas prácticas recogía que “la producción de cannabis tiene que ser bajo demanda previa de los socios” y que los conductores encargados de transportar la substancia han de estar en plantilla y llevar la documentación pertinente de que el cannabis es para la asociación, el nuevo documento de Salud Pública no menciona ninguna de estas dos fases del proceso. De hecho, varios grupos parlamentarios han echado de menos alguna recomendación sobre ambos aspectos. “Nos hubiese gustado también que aparecies el cultivo y el transporte desde la perspectiva de salud. Regular estas dos actividades hubiese ayudado a reducir los daños porque se aseguraría una cierta garantía de las substancias que se consumen”, ha explicado la diputada de ICV-EUiA, Lorena Viciosa. 

Aunque la mayoría de partidos apoyaron la propuesta de resolución que incluye las recomendaciones de Salud Pública, el rechazo del PP ha alargado todavía más el proceso de regularización que se cuece desde hace unos tres años entre los despachos del departamento de salud y las principales federaciones cannábicas. Los grupos parlamentarios podrán presentar enmiendas a la normativa hasta la próxima comisión de salud, cuando previsiblemente será aprobada y publicada en el DOGC. 

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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