Cruzada contra las terrazas cerradas de Rambla de Catalunya
El Ayuntamiento vetará el uso de toldos laterales en estos espacios
La Rambla de Catalunya ha mutado en los últimos años. El paseo central de la avenida, convertido en un mar de plástico, ha ido perdiendo terreno para los peatones en favor de los negocios de la zona. La mayoría de bares y restaurantes han instalado toldos que cuelgan de los parasoles, creando habitáculos de tres paredes. Pero estas instalaciones podrían tener los días contados. El Ayuntamiento anunció ayer su intención de prohibir el cerramiento de las terrazas de la avenida con toldos laterales.
La medida se enmarca dentro de la ordenanza “singular” para regular las terrazas de Rambla de Catalunya, presentado ayer por Antoni Vives, concejal de Urbanismo, quien reconoció el “problema” que ha provocado en los últimos años estas instalaciones entre los vecinos. Vives aseguró que la prohibición permitirá recuperar “la visión de las fachadas laterales, sobre todo de las plantas bajas”.
Esta suerte de carpas, más fáciles de climatizar, ha permitido a los negocios alargar la temporada de terrazas durante los meses de más frío. “Las condiciones en el exterior no pueden ser las mismas que en el interior”, llegó a decir ayer sobre estas instalaciones el director general del gremio de restauración, Roger Pallerols.
La intención del Consistorio es que el espacio que ocupan las 42 terrazas de la avenida sea más diáfano. Para ello, el texto, consensuado con los gremios de restauración y de panaderos, y con la PIMEC, permitirá su delimitación con mamparas transparentes de 1,4 metros de altura.
En algunos tramos de Rambla de Catalunya, como el que limita con la calle Provença y Mallorca, las terrazas se suceden sin que haya prácticamente separación entre ellas. La nueva ordenanza prevé limitar el espacio destinado a terrazas, que no podrá superar el 50% del ancho del paseo central, aunque como reconocieron desde el Consistorio, no se reducirá el número de mesas actuales. Se liberarán las zonas más cercana a los cruces de las calles y se crearán pasos de peatones en medio de cada tramo de la avenida para facilitar el paso a las aceras laterales. Para “asegurar su evacuación”, tampoco se podrán colocar terrazas en frente de los cinco edificios de concurrencia pública de la avenida.
El Ayuntamiento será laxo en la implementación de la nueva norma, la cual puede ser aprobada por el Gobierno municipal sin el apoyo de ningún grupo. Los propietarios de las terrazas tendrán cuatro años para cumplir con todos los puntos del texto.
A finales del pasado año, el Ayuntamiento aprobó la Ordenanza Municipal de Terrazas, que sustituía las 17 normas que existían en la ciudad. Debido a la “singularidad” de algunas zonas de Barcelona, el Consistorio se comprometió a redactar 32 planes específicos, que afectarán a la Diagonal, paseo de Gràcia, calle Blai o la rambla del Poble Nou. El de Rambla de Catalunya es el primero en presentarse.
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