El cine árabe y mediterráneo aterriza en la Filmoteca
Palestina será la invitada de la octava edición de la muestra que arranca este martes
Cuando se utiliza la palabra cine, a menudo vienen a la mente Italia, por su pasado mítico y sus memorables directores de los años 50 y 60, Francia, por su capacidad de experimentar y renovarse constantemente y Estados Unidos, por sus colosales producciones y sus formidables efectos especiales. Más allá de estos prototipos, existen distintas realidades cinematográficas que cada año emprenden proyectos originales y con escasos recursos apuestan por propuestas interesantes que, sin embargo, generalmente quedan desapercibidas para el gran público. Es el caso del cine palestino que durante los últimos años, en particular después de la segunda intifada contra los ocupante israelíes empezada en el 2000, se ha reinventado muchas veces y ha generado una nueva oleada de directores comprometidos que han logrado transferir la específica identidad nacional de Palestina, sus dificultades y su deseo de tranquilidad, en la gran pantalla. Promover el conocimiento de la cultura no solo propiamente europea y occidental es el objetivo de la Muestra del Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña que, en ocasión de su octava edición que se estrena este martes dentro de la Filmoteca de Cataluña, ha decidido dedicar particular atención a la cinematografía palestina, a través de la obra de sus cineastas más representativos.
“Con razón del Tricentenario estamos en un momento en el cual se habla mucho de nuestra historia, de la represión que sufrimos y que pretendía aniquilar nuestra entera cultura. Eso significa que sobre todo ahora que se está recuperando toda nuestra memoria pasada, los catalanes pueden comprender mejor lo que está ocurriendo en Palestina”, declaró Meritxell Bragulat, directora de la muestra que este año tendrá a Palestina como país invitado y que surgió en 2006 con un evidente carácter social de la mano de la Asociación CineBaix y Sodepau. Por cuatro días y con un total de nueve títulos, cinco de los cuales de elaboración palestina, la manifestación se propone favorecer la difusión de la vasta producción del cine árabe tratando al mismo tiempo de luchar, mediante el lenguaje artístico, contra los prejuicios hacia la cultura musulmana que todavía se mantienen firmes.
El gran broche de oro de la manifestación será la proyección el miércoles 5 de Omar, largometraje de Hany Abu-Assad candidato al Oscar a la mejor película extranjera en 2014. El thriller del director nazareno narra las vicisitudes de Omar, joven panadero que cada día esquiva las balas de las milicias israelíes para poder cruzar la barrera en Cisjordania con el único propósito de visitar a sus dos amigos de infancia y a la mujer de la cual está enamorado. Una historia que habla de amor y de la ordinaria locura que se desenreda en los territorios ocupados y despliega una lógica cotidiana que vulnera constante y sistemáticamente los derechos humanos y las libertades personales.
Entre los invitados más esperados, la presencia del director Ramzi Maqdisi y el productor Abed Al Salaam generará mucho interés, por lo que se trata de auténticos testimonios de la resistencia de la población palestina tras el conflicto del verano pasado con Israel, la guerra más conocida como ‘margen protector’. El primero, formado en Barcelona en el Centro de Estudios Cinematográficos, participa al evento con Bajo el cielo, película que fue rodada en 2011 justo cuando Palestina presentó su petición para que las Naciones Unidas la reconocieran como estado. El segundo, nacido en un campo de refugiados de la franja de Gaza, propone la cinta Palestine Stereo, de la cual es productor. Ambos, con sus trabajos estrenos en España, encarnan la voz de una sociedad que, pese a un conflicto aplastante que se prolonga ya desde hace más de 60 años, tiene ganas de crecer, mejorar de una vez sus condiciones, conseguir la tan suspirada normalidad y finalmente empezar a vivir y ya no solo sobrevivir.
“El hecho de que un sector de la sociedad catalana reivindique sus lazos con Israel, hasta considerar aquel régimen un referente, no está bien para nosotros. Cataluña no puede olvidarse de que ha vivido algo parecido a lo que está pasando en Palestina”, evidenció Bragulat hablando de una muestra que además propone El sargento inmortal, largometraje sirio de Ziad Kalthoum, joven director originario de Homs. “La decisión de inserir en la programación esta cinta ambientada en Damasco encaja perfectamente con el enfoque de la exposición. De hecho se trata también de sensibilizar sobre la realidad de la guerra siria que no ha suscitado y no suscita la misma solidaridad internacional que ha originado Palestina”.
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