Al rescate de las criaturas fantásticas de Joan Perucho

Las criaturas fantásticas, los sabios, brujos, magos, vampiros y los eruditos aventureros o los retazos de sus viajes y la mirada sobre Barcelona del escritor Joan Perucho volverán a las librerías once años después de su muerte. Todo un “rescate” del que fue poeta, narrador, ensayista, crítico, bibliófilo y gastrónomo, en palabras de Mercedes Monmany, la antóloga de la compilación, ensayista y crítica que se ha encargado de hacer una selección de las basta obra de Perucho y le ha dado forma en De lo maravilloso y lo real. Antología de Joan Perucho en la Colección Obra Fundamental, editada por la Fundación Banco Santander.

“Los libros se descatalogan y los fondos de librerías dan hasta un límite, no son eternos. Por eso, creo que hay que hacer un esfuerzo y recuperar algo de la obra de los escritores más importantes”, explicaba Monmany en la presentación del libro. Conoció a Perucho porque realizó su tesis doctoral sobre el escritor catalán y Álvaro Cunqueiro, con el que Perucho, además de amistad, compartía gustos e inspiración. Ambos, por ejemplo, se definían, sobre todo, como poetas. Ese fue el inicio del escritor catalán —sus primeros títulos fueron dos poemarios Sota la sang (1947) y Aurora per a vosaltres (1951)— que se licenció en la carrera de Derecho y a lo largo de buena parte de su vida (hasta 1984) tuvo una doble personalidad: por la mañana era juez —lo fue en varias localidades catalanas— y por la tarde se dedicaba a su pasión; leer y escribir.

Practicó todos los géneros y escribió 40 novelas, 21 libros de poemas, ensayos y publicó centenares de artículos en revistas y prensa, en castellano y en catalán. El escritor, amante de los vampiros y de bestiolas fantásticas, está incluido en el canon de Harold Bloom por la obra Las historias naturales, y recibió el Premio Nacional de las Letras en 2002. Reconocimientos tardíos, algo de lo que se lamentó él mismo. “No es un literato conocido por el gran público y tiene que ocupar el lugar que le corresponde”, apuntaba el director de la Fundación, Borja Baselga.

La antóloga no ahorra críticas al desapego de las Administraciones por no cuidar a los escritores como Perucho: “la memoria cultural de un país debe ser un deber y un escritor de culto como él en otros sitios, como Francia, sería muy respetado”. El de Perucho será el tercer autor catalán editado en la Colección Obra Fundamental tras los Cuentos completos de Mercè Rodoreda y las Historias lúcidas de Eugeni d’Ors.

La antología en castellano recupera parte de la narrativa corta del autor. Y divide sus relatos por temas: Historias apócrifas y relatos fantásticos; Eruditos de lo Maravilloso, Perucho se inventó al erudito aventurero “porque no le interesaba la aventura sin cultura”, subraya Monmany; Brujos, magos, fantasmas y ocultistas, “porque me gusta el mundo del misterio”, afirmaba el escritor en una de sus últimas entrevistas; Santos, sabios y cristianos, también era un curioso de la mística; Bestiario Fantástico, él se desmarcaba de la ciencia ficción, lo suyo era una fantasía que jugaba con el pasado y la cultura; Cuentos mínimos y autobiográficos; Memorias y Recuerdos; Viajes: lo cercano y lo lejano, y, por último, Teoría de Cataluña y Misterios de Barcelona.

Sin mirada política, en opinión de la autora de la antología, Perucho abordaba la historia y el pasado de Cataluña como la Renaixença, y el idioma catalán. El autor decía sentirse cómodo en los dos idiomas porque su padre era catalán y su madre castellana. “Lo mejor de él, o una de sus mejores cosas, era el sentido del humor y el carácter alegre y entusiasta, nada que ver con los eruditos de biblioteca”, recuerda Monmany, “era un sabio, pero en absoluto aburrido”.