Histórico nacimiento de tortugas bobas en una playa de Tarragona

Un tramo de la playa Llarga de Tarragona se encuentra desde el martes acordonado y con vigilancia permanente ante la espera por el nacimiento de una veintena de tortugas bobas (caretta caretta) incubadas en un nido de la zona. El Departamento de Agricultura califica de “histórico” el hallazgo por dos motivos: esta especie marina se encuentra en peligro de extinción y la puesta de huevos en la costa norte del Mediterráneo es “poco habitual” debido a la baja temperatura del agua. De hecho, es la primera vez que se registra el nacimiento de forma natural de ejemplares en las comarcas de Tarragona, señaló la Generalitat. En Cataluña apenas están documentados un puñado de precedentes similares: uno hace pocos años en el delta del Tordera, un caso aislado en Premià de Mar así como el de un neonato encontrado muerto el siglo pasado en el delta del Ebro.

En Tarragona, los primeros nacimientos se produjeron el lunes por la mañana, aunque hasta el martes por la tarde los Agentes Rurales no fueron alertados. Una vez en el lugar comprobaron las huellas de las pequeñas tortugas dirigiéndose hacia el mar. Por la noche, se desplazaron hasta la playa Llarga técnicos de la Red de Rescate de Fauna Marina de la Generalitat, que vigilaron durante toda la madrugada si se producían más nacimientos, dado que suelen producirse en horario nocturno y se prolongan durante una semana. Tal y como esperaban, otra tortuga de pequeñas dimensiones emergió de la arena. Después, el equipo de vigilancia pudo localizar el nido, lo que permitirá el rescate en los próximos días de los huevos restantes y su posterior estudio.

El 25 de agosto técnicos de la Generalitat ya desenterraron 89 huevos de tortuga marina en la playa de l'Arrabassada de Tarragona para trasladarlos al Parque Natural del Delta del Ebro, donde están controlados a la espera de que eclosionen. A nivel científico las crías nacidas en la playa Llarga simbolizan un “antes y un después” para la conservación de la tortuga marina en Cataluña, explicaron fuentes de la Generalitat, ya que los expertos dudaban de que la especie pudiese reproducirse de forma natural en esta parte de la costa mediterránea.