Cae 20 millones la venta de libros de texto y el sector culpa al Consell

Las ventas de libros de texto en la campaña 2014 recién concluida han caído casi un 20 % respecto al ejercicio anterior, según los cálculos de la Associació d'Editors del País Valencià y del Gremi de Llibrers de València. En términos absolutos, las pérdidas de las librerías de la Comunidad Valenciana por este concepto han sido de 20 millones de euros respecto a los 90 que se facturaron el año anterior. 

En el medio plazo, la bajada ha sido de 30 millones de euros en tres años, según las mismas fuentes. "Esta caída de ventas en libros de texto está acompañada de otro descenso más preocupante", añaden, "como es el del 60 % en las ventas de material complementario y de lectura".

A ello añaden los costes laborales. Según el Gremi de Llibrers de València, "sólo en 2014 se han perdido el 30 % de los puestos de trabajo en las librerías valencianas". La situación, al decir de su presidente, David Cases, es "más dramática si consideramos que para muchas librerías valencianas la campaña del libro de texto supone el 30 % de su facturación".  

Las organizaciones del sector atribuyen estas malas cifras "a la falta de ayudas públicas y la pérdida de becas", por lo que el gasto en este capítulo ha repercutido directamente a las familias. También ha influido en la caída de las ventas, prosiguen libreros y editores, "la decisión tomada en junio de 2014 por la Generalitat Valenciana de mantener la vigencia de los libros de texto de Primària de cuatro a seis años, alargando su vida útil".

Lamentan que los centros docentes valencianos han continuado utilizando todos los libros previos a la LOMCE, salvo los de las materias que modifica el currículum, como Coneixement del Medi e Inglés, subrayan y denuncia: "Se ha creado una competencia desleal con las editoriales al proporcionar materiales gratuitos para nuevas asignaturas como Cultura Valenciana".

Otro factor perjudicial para las ventas de libros, ha sido "la implantación de bancos de libros incentivados por la Generalitat", lo que no es "exponente de ninguna política de ayudas para la adquisición de libros de texto" por parte de la Generalitat Valenciana,"ya que no supone ninguna inversión pública" y la propiedad de los libros de estos bancos de intercambio es de los padres y madres.

La Asociación Nacional de Editores de Libros y Material para la Enseñanza (ANELE), a la que pertenece la Associació d'Editors ha emprendido acciones judiciales contra la Generalitat Valenciana por la creación de materiales curriculares que "crean competencia desleal a las editoriales, por la ampliación unilateral del uso de los libros de texto a seis años y por la puesta en marcha de Llibrey, un portal de intercambio de libros usados promovido por la propia Generalitat Valenciana".

La Associació d'Editors del País Valencià y  el Gremi de Llibrers de València, puntualizan, "no se oponen a la creación de bancos de libros", pero reclaman a la Generalitat Valenciana "una política de ayudas para la adquisición de los libros de texto que sea sostenible y plural", que además, "se consensúe con el sector del libro, los centros docentes y las asociaciones de padres" y que, por último, no vaya en contra la supervivencia de los editores, las librerías y sus familias".

En este sentido, preparan la una propuesta de sistema de ayudas para la adquisición de libros que presentarán a la Generalitat Valenciana y a los partidos políticos.