Izagirre admite que hay sectores descontentos con San Sebastián 2016

El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, ha admitido esta mañana que hay sectores y colectivos de la ciudad que se muestran descontentos con el proyecto de capitalidad cultural europea San Sebastián 2016. Sin referirse a ningún colectivo concreto, el regidor donostiarra ha afirmado que "hay personas y colectivos que no ven con buenos ojos este proyecto". "Creo, además, que estamos de acuerdo en muchas cosas de las que plantean", ha apostillado más adelante.

Izagirre ha hecho esta afirmación durante el pleno sobre el estado de la ciudad que se ha celebrado en el Ayuntamiento."Hay personas y colectivos que creen y quizá estén convencidos y convencidas de que no es bueno para Donostia, o que al menos responde a un modelo que a ellos y ellas no les parece el adecuado. He tenido la ocasión de hablar con algunos ellos y ellas, de compartir impresiones y de poner encima de la mesa opiniones diferentes", ha manifestado en su intervención.

Ha añadido que estas criticas "son bienvenidas y necesarias", porque son un ejemplo de "una ciudadanía activa, critica, comprometida, valiente. Y todas estas personas lo son. Por eso, se merecen mi respeto".

Tras esta constatación, ha indicado que, como alcalde y presidente del patronato de San Sebastián 2016, le corresponde "hablar con ilusión de este proyecto, de convencer e ilusionar a toda la ciudad. Y lo hago, y lo intento, y me empeño en ello porque creo, muy profundamente, que Donostia 2016 sí es una oportunidad para esta ciudad y para este país".

No ha citado a ningún grupo o asociación crítico con 2016, aunque en los últimos meses se ha creado un movimiento de protesta, alumbrado al amparo del colectivo contrario al Tren de Alta Velocidad (TAV), próximo a la izquierda abertzale y liderado por Mikel Álvarez, hermano de Joseba Álvarez, excoordinador de Sortu en San Sebastián.

Este colectivo, denominado Desokupatu 2016 (Desocupar 2016) elaboró un documento, titulado Cuestionando la capitalidad europea de la cultura de 2016, en el que defendía lo siguiente: “Bildu aparece incapaz de entonar la más mínima nota discordante en el adulterado clima de consenso institucional, a la vez que el alcalde, Juan Karlos Izagirre, incapacitado desde el primer momento de la crisis para decir nada más que un patético ‘esto seguirá adelante sí o sí’, enseguida se ha puesto a repetir una y otra vez las llamadas triviales a ‘apoyar el proyecto’ para volver a ‘motivar e implicar a la ciudadanía”, reza el texto.

Izagirre ha afirmado en el pleno que hay grupos en la izquierda abertzale que son contrarios al proyecto cultural. Y ha precisado: "Estamos de acuerdo en muchas cosas de las que plantean. Pero a mí, como alcalde y presidente del patronato de 2016, me corresponde hablar bien de este proyecto e ilusionar a la gente".

La sesión ha servido, asimismo, para hacer un balance de lo que va de legislatura, que Izagirre ha considerado positivo, y del que ha destacado la normalización y la participación ciudadana. Ha citado como logro del gobierno local de Bildu la transformación del río Urumea, el incremento de las ayudas sociales, los 18 millones dedicados a la reactivación económica, el plan para ubicar el ambulatorio de la Parte Vieja en el complejo de La Bretxa o la operación urbanística de San Bartolomé.

La oposición ha sido muy crítica con la gestión de la coalición en San Sebastián. El portavoz socialista, Ernesto Gasco, le ha recordado que siguen pendientes el plan estratégico de dbus, el plan de transporte vertical en los barrios altos de la ciudad o el futuro del bellas artes. Ramón Gómez, del PP, ha asegurado que la ciudad está más sucia, la falta de promoción de viviendas de protección oficial y ha acusado al regidor de transformar la capital en "una pequeña aldea". Eneko Goia, del PNV, le ha pedido que afronte la remodelación del barrio de Amara, la ampliación del estadio de Anoeta y apueste por la conexión con el tren de alta velocidad.

En una sesión más tranquila que otras precedentes, Izagirre, ha apostado por basar la normalización política y la convivencia en reconocer que "ha habido dolor de orígenes muy diferentes", "personas que fueron víctimas y personas que sufren a día de hoy", así como en "humanizar" a todas ellas. El primer edil ha constatado que San Sebastián ha sido "una ciudad muy castigada durante años" y que en ella han vivido "muchas víctimas de ETA y muchas víctimas también del Estado".