Una sala con 11.500 ‘ojos’
Una unidad de la Policía Municipal se encargará de controlar todas las cámaras de vigilancia del Ayuntamiento, incluidas la de los autobuses
Madrid es la segunda capital europea con mayor número de cámaras de videovigilancia, tan solo por detrás de Londres, según los datos que maneja el Ayuntamiento. Hasta ahora había una sala en la que tan solo se recogían las cuatro zonas autorizadas en la ciudad (Castellana, Lavapiés, la calle de Ballesta y la plaza Mayor). Esto va a cambiar en días y todos los dispositivos electrónicos de vigilancia serán controlados y visionados en tiempo real en un solo centro. “Lo que queremos es que se puedan activar los servicios de los distintos distritos y los operativos en función de lo que se vea en las cámaras”, reconoce el delegado de Seguridad, Enrique Núñez.
Se busca agentes que hablen idiomas
La Policía Municipal tendrá una unidad en el área de salidas de la T-4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Ese centro será la sede de la llamada policía del turista que se encargará de atender preferencialmente a los ocho millones de turistas que visitan cada año la ciudad. Ahora se está buscando a agentes dentro del cuerpo que sepan hablar idiomas, entre ellos el chino.
El número de agentes destinados a Barajas aumentará en unos 40 funcionarios más. Se busca incrementar la presencia en el aeropuerto, en especial en las labores de tráfico, de patrullaje por las terminales y de atención a los viajeros. En las nuevas oficinas que está habilitando AENA, casi contiguas a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, también se recogerán denuncias.
La nueva unidad no se circunscribirá tan solo a Barajas. Desde allí se coordinarán las labores de vigilancia de los puntos que más visitan los turistas, como la Puerta del Sol, la plaza Mayor o la calle de Preciados. En breve se sumará la llamada milla de oro, es decir, las tiendas de lujo de Serrano y de Ortega y Gasset. El Ayuntamiento también va a renovar la imagen de esos policías que atiendan a los turistas. De momento, es un secreto de estado. Las fuentes municipales tan solo aseguran que será “llamativa”. “Ahora mismo, estamos buscando a policías que hablen idiomas de forma fluida. Tenemos ya fichado a uno que habla chino, de la Unidad de Usera”, destaca el delegado del área, Enrique Núñez.
La ciudad cuenta con un total de 11.500 cámaras repartidas por la ciudad. El grueso se lo llevan los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), con 8.000 ojos electrónicos. También hay que sumar las de los edificios municipales —como el Palacio de Cibeles— y las cuatro áreas autorizadas para la instalación de videovigilancia. Este número se ampliará antes de que termine el año con una quinta y 46 cámaras. Se distribuirán por Gran Vía, Sol, Callao y la plaza de España, entre otros puntos. Londres cuenta con unos 14.700 vigilantes electrónicos, según datos del Ayuntamiento.
La unidad, a cuyo frente estará un oficial de policía, también tendrá acceso a las cámaras de tráfico y las instaladas en los túneles y a las de la Dirección General de Tráfico (DGT). Estas, al estar repartidas por toda la ciudad y ver las carreteras de entrada a Madrid, tienen una gran importancia. Permiten ver cualquier incidencia y no solo viaria. En caso de que se produzcan altercados, un robo o un incendio, se mandarán a los agentes necesarios y a otros servicios de emergencia.
A ello se sumarán las imágenes de las cámaras de los coches patrulla de la policía y las cinco que están en pruebas y llevan los agentes al hombro en algunas intervenciones complicadas. En caso de que el Ayuntamiento compruebe su eficacia, se adquirirá un número mayor.
“Todas las imágenes solo serán visionadas por policías municipales y su custodia está más que garantizada. Si no las solicita la autoridad judicial o son necesarias para alguna investigación en concreto, se destruirán”, destaca el delegado de Seguridad. “Todas esas cámaras tienen un potencial de vigilancia y de investigación muy importante. A partir de ahora, vamos a sacarle todo el rendimiento posible”, añade Núñez.
Este potencial se comprobó en la reciente detención del supuesto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz. Este estacionó su coche delante de una sucursal bancaria cuando capturó a una niña en Hortaleza. Le grabó una cámara de una sucursal bancaria, pero no captó la matrícula. El visionado de las grabaciones de las cámaras de los autobuses de la EMT que pasaron a esa hora por ese punto permitió descubrir la matrícula del vehículo.
Los agentes destinados a esta unidad son los llamados adaptados: aquellos con mayor edad dentro del cuerpo que no realizan labores operativas, como patrullaje. El centro se encontrará en la sede de la Policía Municipal, en la calle de Albarracín, hasta que se construya la futura Ciudad de la Seguridad, en la Casa de Campo.
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