Contemporáneo y asequible

En sus orígenes, en 1993, la Feria Estampa estaba centrada en la obra gráfica de grandes artistas contemporáneos, la versión más asequible de la producción de un artista. Más de dos décadas después, la feria se ha ido transformando hasta convertirse en antesala de ARCO en la que cada vez son más los galeristas que participan y los coleccionistas que la visitan. La 22ª edición que se celebra hasta el domingo 12 de octubre en el Matadero cuenta con 42 galerías, casi todas españolas. México es el país invitado y participa con nueve artistas de diferentes generaciones que tienen a la fotografía como medio de expresión y al paisaje como tema.

Sobre los 400 metros cuadrados de la feria, en un primer vistazo, destaca la predominante presencia de fotografía y de vídeos entre dibujos y collages. Los precios oscilan entre los 500 euros y los 60.000, pero la media está en torno a los 1.500.

Chema de Francisco, director de las cuatro últimas ediciones, asume una radical transformación de la feria. Han entrado nuevos soportes y la pintura, pero lo importante es que todo está programado de cara al coleccionista medio. “Pensamos en ejecutivos consumidores de cultura, que leen, ven cine o van al teatro y que disponen de entre 20.000 y 150.000 euros para comprar al contado o a plazos y asesorados por asociaciones. No pensamos en inversores, sino en gente que cuelga en su casa lo que compra”. Sobre las diferencias con ARCO, De Francisco opina que es un certamen casero, español y preocupado por mimar al coleccionista.

Mariano Navarro, comisario del programa Drawing up Estampa, centrado en los artistas extranjeros representados por galeristas españoles, señala que esta es una feria amable tanto con el público como con los coleccionistas. “Hay unos criterios de exigencia”, explica, “pero nadie se juega la vida por venir o no venir. Si acuden, tendrán todas las facilidades. El espacio aquí es más barato que en otras ferias. Por 40 metros se pagan 6.000 euros y esto facilita las cosas”.

Entre las galerías participantes en esta edición se encuentran Álvaro Alcázar, Archivo de Ediciones Juana Mordó, Astarté, Casado Santapau, Cayón, Fernando Pradilla, Galería Estampa, Galería Liebre, Juana de Aizpuru, Moisés Pérez de Albéniz, NF Galería, Odalys, Ogami press, Paula Alonso, Photosai Gallery, Pilar Serra o Rafael Pérez Hernando.

Nieves Fernández, de NF Galería, cree que es importante venir a estas ferias porque es la única manera de darse a conocer entre los coleccionistas. “No van a las galerías. No hemos encontrado la fórmula con la que animar a la gente a entrar en nuestros espacios. Nuestra única manera de dar a conocer a nuestros artistas, y vender su obra, es estar en todas las ferias”.

Álvaro Alcázar, de la galería del mismo nombre, recién llegado de la feria de Chicago, puntualiza que el galerista se da por satisfecho si consigue no perder dinero cuando decide ir a una feria. “Estampa me resulta complementaria con ARCO. Esta vez he traído dibujos de mis artistas, pero en la próxima ocasión expondré también vídeo y fotografía”.

En Moisés Pérez de Albéniz, su director, Jordi Rigol, muestra un fantástico vídeo de Tony Oursler junto a una serie de collages de Santiago Giralda y trabajos recientes de los nuevos fichajes de la galería: Juan Uslé y Victoria Civera. “Creo que es importante respaldar ferias como esta”, opina Rigol , “dirigidas a toda clase de coleccionistas y más fáciles de manejar para los visitantes en general”.

En la parte central, se encuentran las fotografías de los artistas mexicanos invitados de esta edición. Manuel Rocha, comisario y uno de los nueve artistas participantes en la selección, explica que ha escogido el paisaje como tema unificador porque es un tema abordable desde las miradas más diferentes. Los artistas elegidos son Mauricio Alejo, Pablo López Luz, Oswaldo Ruiz, Daniela Edburg, Alfredo De Stefano, Alex Dorfsman, Laureana Toledo, Patrick Silve y el propio Manuel Rocha.