La Guardia Urbana localiza tres pisos con 12.500 artículos para el ‘top manta’

La venta ambulante en Barcelona, el top manta, se ha convertido en el juego del gato y el ratón entre las organizaciones que facilitan mercancía a los manteros, éstos y la Guardia Urbana. La presión policial es doble: en la calle y en tareas de investigación. El equipo de investigación que desarrolla desde el pasado mayo la denominada operación Manta, ha actuado en el último mes en tres pisos del distrito de Sant Martí a los que acudían cada día entre 80 y 100 vendedores a abastecerse de todo tipo de imitaciones de productos de marca: gafas, móviles, bolsos, ropa deportiva... En total, 12.500 productos falsificados con un valor de mercado estimado de un millón de euros.

En paralelo, el trabajo en la calle, donde la presencia de manteros sigue siendo intensiva en puntos como el paseo de Gràcia, ha llevado a que en lo que va del año la policía local haya impuesto 209 denuncias diarias: la friolera de 56.607 desde enero. Denuncias que de poco sirven, porque en muchas ocasiones los manteros no tienen la documentación en regla, o no tienen domicilio fijo, ni mucho menos capacidad para pagar las sanciones. "Al final, lo que más funciona es decomisar la mercancía", ha reconocido el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn esta mañana.

Las operaciones de las últimas semanas en los tres puntos de distribución han supuesto la detención de ocho personas, todas de nacionalidad senegalesa. Cuatro se encargaban de la distribución y cuatro a la venta final en la calle. Tras declarar ante el juez, están los cuatro en libertad con cargos, han explicado el intendente de la Guardia Urbana, Juan Rodríguez, y el primer teniente de alcalde.

Las redes de distribución compran la mercancía falsificada por internet a productores de China o Marruecos

Rodríguez ha subrayado la dificultad que supone para el equipo de investigación que los puntos de distribución se hayan trasladado de locales comerciales o almacenes a pie de calle hasta pisos en edificios de viviendas: "Esto complica mucho las investigaciones porque tenemos que solicitar autorizaciones judiciales para intervenir en viviendas", ha dicho. El intendente también ha explicado que las redes de distribución compran la mercancía falsificada por internet a productores de China o Marruecos.

El primer teniente de alcalde ha subrayado por su parte "los daños que la venta ambulante generan a tres niveles: sobre el tejido comercial de la ciudad, por cuestiones de salubridad [en referencia a los lateros] y por la explotación laboral sobre los vendedores". Unos vendedores que el intendente ha explicado que son el último nivel de una cadena que comienza con los grandes distribuidores de mercancía, baja a los intermediarios y acaba en los manteros. La operación Manta ha logrado intervenir en los dos últimos y trabaja para llegar a los primeros, ha dicho.

La lucha contra el top manta se ha intensificado desde 2011 y el Ayuntamiento tiene destinados 40 agentes de forma permanente al tema. En verano son hasta 60. "Es un trabajo lento, de presión y poner dificultades. Para hacer desaparecer a los trileros de la Rambla tardamos meses", ha ejemplificado el teniente de alcalde.