El presidente del Consell evita coincidir con Castedo y Ripoll

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no estará en la inauguración de la Volvo Ocean Race (VOR), la regata que desde hace 40 años da la vuelta al mundo y que se ha convertido en el principal evento de la ciudad de Alicante. Alberto Fabra esquivará así la presencia de Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante, y de José Joaquín Ripoll, presidente del Puerto de Alicante, ambos imputados en casos de corrupción y que ponen en entredicho la política de tolerancia cero contra la corrupción de Fabra.

La portavoz del Consell, María José Catalá, manifestó ayer en Elche que Fabra “siempre está al lado de todos los alcaldes y alcaldesas de la Comunidad Valenciana” pero la organización de la Volvo admitió a mediodía que Fabra había delegado su representación en el vicepresidente José Ciscar. Al acto inaugural han confirmado su presencia la alcaldesa Sonia Castedo; la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor; el subdelegado de Gobierno, Alberto Martínez; y el presidente de la Autoridad Portuaria, José Joaquín Ripoll.

Fabra, que sí estará presente en la salida de los veleros el próximo día 11, evita así acudir al acto inaugural de la Volvo —que se calcula que tiene un impacto económico sobre la ciudad de 100 millones de euros— dos días después de que Sonia Castedo afrontase una manifestación de ciudadanos que exigen su dimisión. El martes pasado 400 personas pidieron en la plaza consistorial la renuncia de la alcaldesa, doblemente imputada en casos de corrupción urbanística. Salir junto a ella no es la mejor imagen para un político que habla de regeneración democrática y que ya le mostró la puerta de salida el día que se conoció la segunda imputación de Castedo cuando la invitó a “valorar lo que significa su acta” de regidora.

Sin embargo, la foto más dañina para Fabra sería una junto a José Joaquín Ripoll, expresidente de la Diputación de Alicante imputado en el caso Brugal y responsable de la Autoridad Portuaria. Ripoll es un cargo dependiente del Consell y rompe con las líneas rojas que establecen que ningún cargo dependiente de la Administración valenciana puede estar manchado con la sospecha de la corrupción.

La ausencia del presidente de la Generalitat en los actos inaugurales de la Volvo contrasta con el incremento del número de visitas a la provincia de Alicante.