Denominación Madrid

La Comunidad de Madrid presentará a finales de año una marca certificada que identifique a más de 1.500 productos de la región con el objetivo de que sus fabricantes tengan más facilidad para llegar al consumidor final. “En estos dos años hemos visto que los ciudadanos piden productos de proximidad, que se hagan en su región”, asegura el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola. Unas 300 empresas se han adherido a esta primera fase del proyecto.

Medio Ambiente sostiene que el consumidor pide productos cercanos por razones de sostenibilidad (reduciendo el transporte se recorta la contaminación) y porque quiere conocer su origen. “El madrileño percibe la región como un ámbito urbano que no produce en el campo. Eso ha ido cambiando, con el vino de Madrid o la carne de la sierra del Guadarrama”, asegura Sarasola.

El logotipo, una M rodeada por una suerte de verja en forma de mosaico, pretende evocar a la señalización de las calles de la capital en el siglo XVIII, con Carlos III. La tipografía es Ibarra Real, elegida por el impresor de cámara del monarca, Joaquín Ibarra y Marín, para la reimpresión del Quijote. La retícula de 3x3 evoca a la señalización viaria de la época: una cuadrícula de nueve azulejos acompañada de una ilustración y el nombre de la calle.

Medio Ambiente garantiza a los productores un “impacto especialmente positivo” y un “incremento notable” en el valor añadido de los productos para competir con otras denominaciones como Galicia Calidade, Tierra de Sabor, de Castilla y León, o Reyno Gourmet, de Navarra. “El problema de los productores es diferenciarse, quieren que la gente sepa que es producto de Madrid y no lo están consiguiendo. La región ha transformado el sector agrario y ganadero porque no podía competir en cantidad con comunidades como Castilla y León o Castilla-La Mancha”, asegura el consejero.

En Madrid hay 1.365 industrias alimentarias en las que trabajan 17.243 trabajadores, un 5% del total de empleados en España. El sector apenas representa un 0,82% del PIB de la región, la octava en el marco nacional con más personas ocupadas. Sus ventas alcanzaron los 3.788 millones de euros en 2012, un 4,1% del total nacional. “Madrid hoy no puede producir mucho, pero todo lo que produce es de una extraordinaria calidad. Especialmente en el sector agrario, de la huerta y denominaciones de origen”, añade Sarasola.

El reglamento de uso de la marca establece unos determinados requisitos para los productores: contar con un pliego que explique cómo fabrican, elaboran y transforman los productos, un procedimiento de autocontrol interno o someterse a un control externo realizado por una entidad independiente.