La Xunta retoma sus dos principales autovías antes de las municipales

A ocho meses de las elecciones municipales, el Gobierno gallego ha decidido retomar las obras que tenía paralizadas en sus dos principales infraestructuras de transporte pendientes: la Autovía da Costa da Morte y la vía de alta capacidad de la Costa Norte. En el primer caso, el grupo popular pedirá hoy en el Parlamento a la Xunta que priorice un primer tramo de 25 kilómetros, entre las localidades de Carballo y Baio (Zas), del total de 42 previstos, y lo ponga en servicio “antes del fin de la presente legislatura”. En el segundo caso, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se desplazó ayer a la costa de Lugo para anunciar la “reactivación” de los trabajos del tramo entre Viveiro y San Cibrao, ocho kilómetros cuyas obras se iniciaron en 2009 pero no estarán terminadas hasta 2016, apenas una pequeña parte de los 85 kilómetros de todo el corredor entre Ferrol y A Mariña lucense.

 La primera piedra de la Autovía da Costa da Morte la puso en septiembre de 2008 el entonces presidente, el socialista Emilio Pérez Touriño. No hubo segunda piedra porque la constructora a la que el bipartito había adjudicado la obra renunció, lo que metió a la infraestructura en un carrusel de polémicas. El nuevo Gobierno del PP volvió a sacar a concurso la obra, pero el PSOE denunció un sobrecoste con respecto al bipartito, y la Xunta decidió anular el concurso, destituir a la entonces directora de Infraestructuras y convocar un nuevo proceso. La autovía se adjudicó por tercera vez en 2011, pero en estos tres años apenas se ha ejecutado una quinta parte del total de las obras necesarias, valoradas en 200 millones. Xunta y PP argumentan que “la concesionaria es la máxima interesada en terminar las obras, teniendo en cuenta que no empezará a cobrar ni un solo euro mientras no termine”. A partir de entonces, la Xunta pagará a la empresa durante 25 años un canon que sumará 745 millones e incluirá el mantenimiento de la vía durante ese periodo.

Tras meses sin ningún movimiento en las obras, ahora el PP insta “a la Xunta” a “priorizar y poner en funcionamiento” un primer tramo de la vía. Pero hasta ahora el Gobierno gallego argumentaba que el parón no era responsabilidad suya sino de la concesionaria, que no lograba la financiación necesaria. Además, esta no tendría alicientes para acelerar un tramo en detrimento de otro ya que, según las condiciones de su contrato, “solo se tendrá derecho a recibir ingresos por parte de la Administración tras la entrada en servicio de la totalidad de la autovía”.

En cuanto a la vía de la Costa Norte, cuando esté terminada tendrá algo más de 85 kilómetros entre Ferrol y el municipio lucense de San Cibrao. Será un corredor de un carril por cada sentido, preparado para su desdoblamiento en autovía cuando el tráfico así lo requiera, que comenzó a planificarse hace más de una década. De todo su trazado, solo hay un tramo en servicio, desde julio del pasado año, de ocho kilómetros que sirven de circunvalación al municipio coruñés de Ortigueira. De los restantes 77 kilómetros, solo están en obras otros ocho, entre Celeiro (Viveiro) y San Cibrao. Sus trabajos comenzaron a finales de 2009 y ya deberían estar terminados, pero problemas geotécnicos primero y económicos después pararon las obras. En 2012, dos meses antes de las elecciones autonómicas, las máquinas volvieron a la zona, según recogió entonces la prensa local. Pero pronto volvieron a parar. Ayer el propio Feijóo reconocía implícitamente esos parones al anunciar la “reactivación” de sus trabajos con la esperanza de que esos ocho kilómetros estén finalizados “a finales de 2015, principios de 2016”.