53 años de prisión y 20 de libertad vigilada para un proxeneta

La Audiencia de Barcelona ha condenado a más de 53 años de prisión, y 20 años más de libertad vigilada, al líder de una organización criminal de proxenetas nigerianos. El imputado explotaba sexualmente a compatriotas y obligó, al menos en una ocasión, a una de las chicas a abortar de forma clandestina. El mismo tribunal también condena a diversas penas privativas de libertad a otros 18 acusados pertenecientes a la misma organización criminal que trasladaba a jóvenes nigerianas a Cataluña y las obligaba a prostituirse.

Los Mossos d'Esquadra descubrieron las fechorías de la banda organizada cuando investigaban la introducción de decenas de billetes falsos en Cataluña. Al interceptar los teléfonos de los principales sospechosos implicados en la falsificación de moneda, los agentes descubrieron que la organización dedicaba el grueso de su actividad a trasladar a jóvenes desde Nigeria a diversos pisos de Santa Coloma de Gramanet y Badalona. Una vez allí las prostituían.

El tribunal de la Audiencia de Barcelona considera a Efosa Eguisi, alias Efi, como el líder del grupo de proxenetas y le condena a 53 años de prisión y 20 años más de libertad vigilada. La mano derecha del líder era la joven nigeriana Bimpe Kayode, alias Joana, que controlaba a las chicas a las que prostituían y que ha sido condenada a 30 años de privación de libertad.

Los jefes de la banda obligaron a una joven a abortar consumiendo decenas de pastillas

Entre las fechorías más macabras de Efi y Joana no solo se encuentra la explotación sexual sino que también les condenan por obligar a una joven, embarazada de 22 semanas, a abortar obligándole a tomar 16 pastillas por vía oral y 14 de forma vaginal con la intención de que perdiera a su bebé. La joven fue hospitalizada con una fuerte hemorragia y su hijo nació, días después, muerto como consecuencia de la práctica a la que se vio sometida por los líderes de la organización criminal.

Durante la vista oral, los sanitarios aseguraron que la joven se mostró preocupada por el futuro del bebé en todo momento y nunca tuvo la intención de abortar o hacerle daño sino que fue engañada por Efi y Joana. Además, en las conversaciones telefónicas interceptadas por los agentes de los Mossos d'Esquadra se distinguía la voz del líder de la trama sintiéndose engañado por la víctima al haberse quedado embarazada.

La banda seguía una estructura totalmente jerárquica e incluso tenían una persona que realizaba funciones de tipo contable, Dickson Kadri. Este último ha sido condenado a 20 años de prisión. El resto de acusados, 15, deberán cumplir penas que van de los 12 años a los 6 meses de privación de libertad. Dentro de la banda criminal también hay ciudadanos españoles que, a cambio de dinero, se casaban con las jóvenes para que pudieran regularizar su situación legal en España.