En libertad ocho sicarios condenados por asesinar al abogado Díaz Moñux
El Superior ordena repetir el juicio "por irregularidades en la redacción del veredicto"
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha anulado la sentencia de la Audiencia Provincial que el pasado mes de enero condenó a penas de entre 24 años y medio y tres años y nueve meses de prisión a los ocho miembros de una banda de sicarios acusados del asesinato del abogado Alfonso Díaz Moñux en 2008. Los jueces han apreciado “numerosas irregularidades en la redacción del objeto del veredicto y una clara ausencia de motivación en el mismo”, lo que quebranta las normas y garantías procesales. Por ello, han ordenado repetir el juicio con un nuevo jurado popular y otro magistrado-presidente.
Los magistrados han acordado la inmediata puesta en libertad de los cuatro españoles y cuatro colombianos condenados, puesto que ya ha expirado el plazo máximo de prisión provisional (dos años, prorrogables a cuatro). Los integrantes de la banda tendrán la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes, y cuantas veces sean llamados ante la Audiencia Provincial, hasta la celebración del nuevo juicio.
A la vista de las “irregularidades en la redacción del objeto de veredicto”, los magistrados consideran innecesario analizar el resto de las causas de nulidad presentadas por las defensas, las acusaciones particulares y el Ministerio Público, que también había solicitado la repetición del juicio con jurado popular por “el quebrantamiento de las normas y garantías procesales”.
La Sala achaca directamente al magistrado-presidente que celebró el juicio con jurado los errores que han desembocado en la nulidad de la sentencia y la repetición del juicio. Y, por si su actuación integrara una posible infracción disciplinaria, los jueces han remitido la sentencia, junto con otros documentos que forman parte del expediente, al promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial.
Díaz Moñux, abogado de 45 años especializado en casos de narcotráfico, fue asesinado el 18 de diciembre de 2008, sobre las diez de la noche, tras ser tiroteado cuando se encontraba en el interior de su coche, acompañado por una mujer que resultó ilesa. La víctima fue asaltada por dos hombres en las proximidades del garaje de su vivienda, en el número 14 de la calle de Antonio Rodríguez Villa.
Varios testigos declararon a la policía que los individuos emprendieron rápidamente la huida después de efectuar varios disparos a quemarropa. Los sanitarios del Samur-Protección Civil que acudieron al lugar del tiroteo encontraron al hombre completamente inconsciente en el interior de su vehículo con dos heridas por arma de fuego: una en la mandíbula y otra en la cabeza, en la zona temporal izquierda. Después de ser estabilizado e intubado, fue trasladado en una UVI de soporte vital avanzado hasta el hospital Gregorio Marañón, donde quedó ingresado hasta que falleció la mañana siguiente. Moñux estaba defendiendo en aquel momento a Zakhar Kalashov, el supuesto jefe de la mafia rusogeorgiana relacionado con la operación Avispa. Los nueve miembros del jurado popular consideraron probado que los condenados habían asesinado a Moñux a cambio de una recompensa.
Moñux, que era un abogado muy conocido en la Audiencia Nacional, defendió a muchos implicados en narcotráfico. Entre ellos, un policía que estuvo relacionado con la Operación Pipol, una redada realizada en 2001 en Asturias, que permitió la desarticulación de una red de traficantes de droga de la que formaban parte varios implicados en la trama que abasteció de explosivos a los terroristas islamistas que perpetraron la matanza del 11-M.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.