La Fiesta de la Bulería sale del ruedo
La cita jerezana deja su enclave de la Plaza de Toros y se ofrece gratuita en el centro de la ciudad
La Fiesta de la Bulería de Jerez, una de las citas más veteranas del verano flamenco andaluz, llega este año a su 47ª edición con uno de los carteles más atractivos de los últimos años y una novedad sustancial: el evento se ofrecerá el sábado con entrada gratuita, “hasta completar aforo”, en una céntrica plaza de la ciudad, la del Mamelón, una decisión que ha generado una intensa polémica, incluida la trifulca política, y un descontento generalizado en los círculos culturales y artísticos de la ciudad.
La Bulería, como se le conoce popularmente, lleva decenios celebrándose en la Plaza de Toros de Jerez, escenario que sin duda ha contribuido a la configuración de su carácter, que ha sido siempre marcadamente festivo. Lo amplio del recinto, la multitudinaria afluencia, la proliferación de neveras en los tendidos y un concurrido ambigú en la arena configuraban un escenario donde el silencio no era precisamente el rey, pero sí el juez máximo. Conseguirlo era expresión de sintonía con la audiencia y, cuando llegaba el estilo de la tierra, nada más impresionante que miles de personas acompañando a compás. Pero eso era antes. La fiesta lleva años languideciendo, con escasa asistencia de público y carteles que no han concitado el deseado interés.
La certamen lleva años languideciendo, con escasa asistencia de público
El cartel de este año sí que lo había hecho en principio. Dedicada a un icono del propio evento y uno de los artistas que mejor lo supo entender, Juan Moneo El Torta, que falleció el pasado año, cuenta con uno de los carteles más largos y con mayor calidad que se recuerdan. Abrirá la fiesta la propia familia Moneo, liderada por el patriarca Manuel Moneo y con representantes de hasta tres generaciones de la saga. El cante más nuevo de Jerez estará representado por Jesús Méndez y los componentes del espectáculo Generaciones, en el que los locales José Carpio El Mijita de Jerez y Enrique El Remache se reúnen con la lebrijana Anabel Valencia. El baile correrá a cargo del más joven de la familia Farruco, Manuel Fernández Montoya El Carpeta, y antes de él subirán al escenario el jerezano Diego Carrasco y la trianera Remedios Amaya en una asociación que despierta todas las expectativas. El cante se completa con Antonio de los Santos Agujeta y, ya para concluir la noche, el arte de tradición de Luis Fernández Soto El Zambo y el artista que más ha frecuentado la fiesta en los últimos veinte años, Miguel Flores Capullo de Jerez.
En la presentación del cartel también se comunicó la novedad de que la Bulería contaría este año con entradas de tres precios diferentes para “intentar llevarla a todos los públicos”, en palabras del concejal de Promoción de Actividades Culturales y Festivas, Antonio Montero. Eso fue a primeros de agosto y, 20 días después, una nota de prensa recordaba los puntos de venta de esas entradas. Sin embargo, tan solo cuatro días más tarde el Ayuntamiento anunciaba el cambio de ubicación y la gratuidad del evento, presentada como un premio a la ciudad por “la vinculación tan especial que han tenido los jerezanos con la Vuelta Ciclista a España”, que arrancó en Jerez y desde la misma Plaza del Mamelón el 23 de agosto.
La gratuidad obligará a un fuerte dispositivo con el corte de seis calles y la instalación de 5.000 sillas. La respuesta que tenga el populista reclamo es una incógnita. Los más agoreros hablan de un botellón multitudinario. Junto a las generalizadas opiniones de que la entrada gratuita no contribuye a la dignidad de la cita y del propio flamenco, camina la opinión de que ese no era el revulsivo que la Fiesta de la Bulería necesitaba para detener su larga agonía.
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