El portavoz del PP se desmarca y pide a Rajoy consenso en la reforma electoral

“Que nunca máis, nunca máis gobiernen las coaliciones de perdedores”. El presidente del PP de Pontevedra, Rafael Louzán, concentró el domingo en esta proclama el entusiasmo al que se han sumado Alberto Núñez Feijóo y la mayoría de dirigentes del partido en Galicia con el anuncio de Mariano Rajoy de que reformará, aunque sea sin consenso con la oposición, la ley electoral para que gobierne directamente la formación más votada sin posibilidad de que una coalición de sus rivales le arrebate el poder. Ayer, apenas 24 horas después del grito de guerra pronunciado por Louzán junto a Rajoy al pie del castillo pontevedrés de Soutomaior, el portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy Fraga, se desmarcó de tanto frenesí y advirtió de que un cambio de tal calado y con las elecciones tan “próximas” debe basarse en un acuerdo con otras fuerzas políticas.

“Las transformaciones significativas de las reglas del juego deben hacerse con el máximo acuerdo”, afirmó Puy, quien apeló a que el propio Rajoy deslizó en Soutomaior que hay que “hablar” del asunto. ¿Y debería el Gobierno descartar la reforma si no se logra el acuerdo con los demás partidos? “Eso tendría que decidirlo el PP de España y no me llamarán para hacerlo”, se limitó a responder Pedro Puy.

El curso político que arranca se presenta en Galicia “convulso”, en palabras de la oposición, e “intenso”, según el PP. Los populares liderados por Feijóo mantienen en tramitación en el Parlamento gallego otra reforma electoral para reducir el número de diputados autonómicos de 75 a 61, un cambio que se ha topado con la oposición frontal de PSdeG, AGE y BNG. Los conservadores ya han dejado claro que aprobarán ese cambio unilateralmente. Puy defendió ayer que en este caso la modificación de la norma es “menor” y no precisa el consenso que él reclama para la reforma con la que Rajoy pretende promulgar la elección directa del partido más votado en las municipales del mes de mayo.

“Hay reformas y reformas”, explicó el portavoz del PP en el Parlamento gallego. “La de los alcaldes alterará el sistema de partidos consolidado en 30 años de democracia” y “su alcance recomienda llegar a algún tipo de acuerdo”, esgrimió Puy. “Lo de Galicia es hacer lo mismo trabajando con menos diputados”. El dirigente popular insiste en que los cambios introducidos por el PP en su propuesta original —el proyecto que se tramita ahora baja de 10 a 8 el mínimo de escaños por provincia y retira el mayor peso que el anterior otorgaba a Lugo y Ourense— evitan que el recorte de escaños distorsione los resultados. Y respecto a las trabas que encontrarán los partidos pequeños para entrar en la Cámara al mantenerse el mínimo del 5% de los votos pese a haber menos escaños en liza, Puy sostiene que la reforma “no dificulta adicionalmente” la lucha de nuevas formaciones políticas por hacerse un hueco parlamentario.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, justificó ayer la aprobación de la reforma sin consenso porque responde, dice, a una demanda de “la mayoría de la gente”: “Creemos que a pesar de algunas voces que se manifestaron rotundamente en contra, sin querer hacer nada con eso, la mayoría de la gente está de acuerdo con que una institución cueste menos a los ciudadanos”.

Para la oposición, los cambios que impulsa el PP en solitario son un “golpe de Estado metafórico”, un “pucherazo legal”. El portavoz socialista en el Parlamento, José Luis Méndez Romeu, insiste en que su partido solo concibe las reformas electorales “con consenso” y, en el caso de la promovida por Rajoy, critica que ni siquiera existe una “propuesta seria sobre la que debatir con un mínimo de rigor”. “No se sabe siquiera si van a eliminar las mociones de censura”, ejemplificó Méndez, quien aboga por demorar el asunto hasta las elecciones municipales de 2019.

La portavoz de AGE, Yolanda Díaz, afirma que con la imposición por ley del alcalde más votado el PP “muestra su debilidad”, ya que “tiene perdidas las elecciones en las urbes y medias urbes”. “El PP intenta retener en las instituciones el poder que perdió en la sociedad”, censura el portavoz del BNG, Francisco Jorquera. Con su propuesta para reducir diputados en la Cámara gallega, subraya Jorquera, Feijóo “pretende incrementar la desproporción entre lo que votan los ciudadanos y su reflejo en el Parlamento en favor del PP”.