Tres editoriales volverán a llenar de libros la Plaza de España de Sevilla

El pasado 20 de agosto la editorial sevillana Punto Rojo depositó más de 1.500 libros de 700 autores en las estanterías de cerámica de la Plaza de España de Sevilla, para convertirla en una enorme biblioteca al aire libre. Un gesto con el que la editorial quiso celebrar el inicio de la construcción de la plaza, en 1914, y recuperar la idea de su creador, el arquitecto Aníbal González. Aunque la iniciativa de Punto Rojo pretendía que la gente devolviera los libros una vez leídos y, a su vez, contribuyera a mantener viva la biblioteca al aire libre aportando sus propios volúmenes, los anaqueles junto a los bancos se quedaron prácticamente vacío dos días después de la iniciativa.

Sin embargo, la editorial sevillana ha visto el lado positivo de la desaparición de los libros. "Entendemos que la gente los está leyendo y eso siempre es bueno. A través de las redes sociales nos ha llegado información de que algunos lectores están llevando a la plaza sus propios libros. Esta es una iniciativa totalmente privada, pero si el Ayuntamiento quiere participar nosotros encantados. Le sugerimos que ofrezca información sobre la iniciativa", explicó este lunes Iván Parrilla, director editorial de Punto Rojo.