Música contemporánea para tiempos líquidos

A contracorriente de la generación de los creadores contemporáneos, su música no lucha contra la tradición. Con obras de Brahms, Adams, Crumb y el valenciano Francisco Coll, el respeto al pasado que enlaza la estética actual con el romanticismo clásico encarna la apuesta de Cámara Sinfónica, la cuarta producción del ensemble Grup Mixtour, que presenta su nueva gira de conciertos en la escena valenciana el próximo septiembre. Sin ayudas públicas y en busca de donaciones a través del micromecenazgo, su nueva propuesta pretende ofrecer una programación propia de música contemporánea cercana al gran público y alternativa al circuito tradicional de los festivales.

Creado en 2010 con la vocación de que la música contemporánea echara raíces en Valencia, el núcleo fundador de Mixtour lo compone el director de orquesta Pablo Rus, el pianista Víctor Trescolí, el compositor Adrián Borredà, la flautista Gemma Goday y el percusionista Jaime Fernández. Con edades comprendidas entre los 28 y 33 años, estos cinco jóvenes valencianos, decidieron, tras coincidir en Holanda y Francia en plena fase formativa, formar un grupo ensemble, a caballo entre la orquesta y el grupo de cámara, para no perder la vinculación con su tierra e importar la experiencia adquirida fuera.

La incertidumbre es reflejo de la inestabilidad política de la cultura en Valencia. Se hace muy complicado construir algo estable y con calidad Pablo Rus, director de orquesta

Tras su última producción hace dos años bajo el título Dance!, Mixtour recurre a una veintena de músicos colaboradores para crear Cámara Sinfónica, un proyecto puro de ensemble con piezas grandes de carácter abierto y conectadas a la historia y la tradición musical reconocible al oyente profano, ante un contexto escaso de apuestas por el género actual en los escenarios valencianos. "No queremos instruir ni imponer, sino ofrecer una opción en los auditorios más allá de los festivales con proyectos de calidad para mostrar que se pueden hacer mejor las cosas", observa el director Pablo Rus al señalar que uno de los principales obstáculos a la música contemporánea en Valencia reside en no encontrar una línea clara de programación: "Faltan gestos que identifiquen qué criterios rigen los programas de los festivales. Solo hay movimientos para sobrevivir".

Manteniendo el equilibrio entre pasado y modernidad, Cámara Sinfónica viaja del romanticismo de Brahms, con su Serenata No. 2 para orquesta, a las piezas contemporáneas Vox Balaenae de George Crumb, Chamber Symphony de John Adams, el hit de la música contemporánea del siglo XX que mezcla la música culta de Schönberg con la cultura pop americana, y Liquid Symmetries del valenciano Francisco Coll, inspirado en el concepto de la modernidad líquida del sociólogo polaco Zygmunt Bauman. "La obra no tiene finales, o los finales son principios de otras cosas. En tiempos en los que nada llega a ser sólido y que todo cambia antes de llegar al punto culminante, evoca la desorientación de la cultura occidental actual respetando el pasado con la sinfonía concertante clasicista, pero filtrada por su imaginería musical", explica Coll, cuya obra integra por segunda vez el repertorio de Mixtour, tras interpretar Piedras en su anterior producción.

Formado en Valencia, Madrid y Londres, Coll conoció al director Rus al coincidir ambos en la Joven Orquesta de la Generalitat, el primero como compositor residente y el segundo como director asistente. "La música contemporánea está maltratada en Valencia. Algunos piensan que aquí ya existe una tradición de este tipo de música con los festivales, pero iniciativas como la de Mixtour hacen falta", destaca el joven compositor, afincado en Lucerna.

Respaldada gracias a la autofinanciación, las donaciones vía crowdfunding y la taquilla, la programación de Mixtour, que prepara para septiembre su gira de conciertos en Godella, Aldaia y el Palau de la Música de Valencia, no cuenta con la ayuda de subvenciones. "La incertidumbre es reflejo de la inestabilidad política de la cultura en Valencia. La situación es muy complicada para construir algo estable y con calidad", señala el director Rus. "No queremos construir nuestro pesebre alrededor de una institución cultural valenciana, sino aportar nuestra propia experiencia fuera y poner a Valencia en el mapa de la música contemporánea. Nuestra propuesta es artística, no se trata de vivir de las ayudas", agrega el compositor Coll.

Con proyectos individuales en Europa, Rus, que en septiembre también dirigirá a la orquesta SWR Sinfonieorchester Baden Baden Freiburg en el concierto de apertura del Festival Música de Estrasburgo, señala los problemas que vive la música contemporánea fuera de España: "Esta orquesta, que es toda una institución en su género por haber estrenado las principales obras contemporáneas del siglo XX, ha tenido problemas de sostenibilidad económica que probablemente la obligue a fusionarse con la orquesta de Stuttgart. El hecho ha sido una revolución en Alemania, y Freiburg se ha volcado porque siente que podría perder algo importante". A lo que el compositor Coll responde: "Allí los artistas tienen peso de cara a los políticos. Aquí la sociedad se vuelca en que no cierre el Valencia CF".