El oro del camionero
El desvío de vehículos pesados a una ruta alternativa traslada la prosperidad de unos establecimientos a otros
Decenas de explanadas permanecen desiertas donde antes se acumulaban camiones que hacían parada en los restaurantes y negocios repartidos, en su mayoría, por la N-340 a su paso por Torreblanca. Esta es la nueva imagen de la peligrosa carretera desde que el Ministerio de Fomento prohibió el paso de los vehículos pesados desde Nules, salvo los que tienen origen y destino en la zona. La medida movilizó a los alcaldes y colectivos afectados porque preveían lo que iba a ocurrir. “Ha sido la ruina, están todos para cerrar”, afirma Richi Doménech, portavoz de la Plataforma de Afectados por la N-340.
Según explica, los cerca de 70 negocios que se reparten a ambos lados de la calzada entre restaurantes, hoteles y gasolineras han tenido que tomar decisiones como cerrar por las noches. “Otros han tenido que pedir préstamos”, dice.
En el lado opuesto están los negocios que han visto llegar de repente oleadas de camioneros. Son los que se ubican en la carretera premiada por el desvío. José Luis es el responsable de un local en la CV-10 a la altura de Cabanes y asegura que han tenido que triplicar el personal y hacer obras. Era una antigua discoteca y eso les ha facilitado las cosas. “Teníamos un parking de 100.000 metros cuadrados que hemos habilitado de nuevo y ocupado casi la mitad de las instalaciones de la discoteca para adaptarlo como restaurante”, explica. De 25 camiones diarios han pasado a recibir cerca de 300. Ahora abren durante las 24 horas y han logrado triplicar la facturación. Prácticamente están solos, junto a otro bar y una gasolinera.
La medida de trasladar los vehículos pesados a esta carretera alternativa es en principio transitoria, pero Fomento se está planteando que se haga permanente.
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