Bizkaia y Cata empiezan con mal pie

El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, ha subrayado este ayer que se reunirá con Cata, la firma catalana adjudicataria de todos los activos de Fagor Electrodomésticos, y con todo aquel dispuesto a colaborar en la reapertura de la planta que la antigua cooperativa tenía en Basauri. Pero, ha precisado Bilbao, la Diputación no ha recibido invitación pese a que este martes la compañía informó de que mantendría un encuentro con la institución el próximo lunes.

“Difícilmente se puede dar plantón a alguien con quien no has quedado”, aseguró el diputado general en un acto en Bilbao. CNA, el grupo al que pertenece Cata, informó este martes, tras haberse reunido este lunes lunes con el Gobierno vasco, que mantendría un encuentro con la Diputación para “aclarar en detalle los datos de la oferta presentada” por la empresa para Edesa.

“Nuestra única voluntad es que haya un plan industrial para la fábrica y un plan de empleo para los trabajadores, y que la reapertura de la planta se haga. Creemos que es posible técnica y económicamente que haya actividad industrial en Basauri”, destacó Bilbao, que puntualizó que finalmente el encuentro con Cata se celebrará a principios de septiembre. También la Diputación de Gipuzkoa mantendrá una reunión con la firma el próximo mes.

Desde que el pasado mes de octubre Fagor entrara en fase de liquidación, Bilbao ha tratado por todos los medios mantener la actividad industrial en la planta de Basauri. Precisamente, ésta es la que más dudas ha generado en cuanto a su viabilidad. Los responsables de Cata, que se ha comprometido a la reapertura de todas las instalaciones y a mantener la producción en el País Vasco, explicaron a finales de julio que la planta de Basauri sería la última en retomar la actividad, probablemente en marzo de 2015, según los últimos plazos marcados por la firma catalana. Los planes de Cata prevén la creación de 65 puestos de trabajo en Basauri durante el primer año de actividad, 98 en los cuatro primeros, frente a los alrededor de 250 empleados con los que contaba Edesa antes del cierre.